Quiero compartir con los lectores el gran gesto que tuvo una cajera de la sucursal del Banco Supervielle de calle San Lorenzo y Sarmiento. Concurrí allí el jueves 30 de abril a cobrar la jubilación de mi madre, quien se encuentra imposibilitada. Sorpresivamente, esa misma noche me llamó la cajera a mi domicilio particular para disculparse porque involuntariamente se me había pagado una suma inferior, situación de la que yo no me había percatado y que se había evidenciado al realizar el arqueo de caja de rutina al final de la jornada. El día lunes volví al banco y sin demoras se me reintegró la diferencia . Muchas gracias señorita Gretel.