Un alumno de 15 años que concurre a la escuela técnica Osvaldo Magnasco concurrió a clases con un arma. El hecho ocurrió el viernes en el colegio de Lagos y Zeballos, y fue denunciado por un docente tras ser alertado por otros estudiantes. El arma, calibre 22 cargada con ocho cartuchos, fue entregada por el adolescente a personal policial de la seccional sexta. Los padres del menor fueron citados para una reunión con autoridades y el gabinete psicológico de la institución educativa, mañana, a primera hora.
Según pudo reconstruir LaCapital, el incidente se registró el viernes cerca de las 19. Un profesor de la escuela fue alertado por un grupo de estudiantes y por un preceptor que un alumno de 15 años había concurrido a la institución con un arma cargada.
De inmediato, el docente avisó a las autoridades del colegio, quienes se comunicaron con la comisaría 6º. Y el alumno fue entrevistado por el mismo profesor en la vicedirección.
"El alumno reconoció haber cometido un error, aclaró que no tenía intenciones de usar el arma ni de amenazar a nadie de la institución y se mostró arrepentido, admitió no haber medido las consecuencias de lo que estaba haciendo", confiaron desde la escuela Magnasco.
Las fuentes consultadas remarcaron que el alumno que protagonizó el incidente "no es un chico conflictivo y no tenía ningún antecedente violento. Tal vez se trató más de un caso de intento de ostentación ante sus pares que otra cosa".
En su descargo ante las autoridades del colegio, el adolescente dijo que el arma no pertenecía a sus padres, sino que la compró él mismo. "Reconoció que se trató de una mala decisión y desligó a sus padres", agregaron desde la escuela.
Desde la Magnasco apuntaron que se trató del primer caso en la historia reciente del colegio que un alumno concurre a clases con un arma cargada, lo que puso en alerta a toda la comunidad educativa.
Los agentes policiales que llegaron a Lagos 1502 entrevistaron al adolescente de 15 años, quien luego de una breve conversación entregó el arma a los uniformados. Por su edad, el muchacho fue entregado a sus padres.
"La violencia que existe en la sociedad inexorablemente se traslada a la escuela. Por eso hay que reforzar el diálogo con padres y alumnos para que estas situaciones no se generalicen. La sola presencia del arma en el colegio puede generar un accidente irreparable si hay una incorrecta manipulación del arma, y eso hay que evitarlo", advirtió un docente.
Respecto al adolescente que protagonizó el incidente del viernes, un profesor conjeturó: "Así como los bebés lloran de pequeños para manifestar algún malestar o demanda, en este caso puede ser el emergente de una situación de fondo que habrá que indagar junto a los padres, sus compañeros, otros docentes y el mismo alumno".
En ese marco, para mañana a primera hora fueron citados al colegio los padres del menor y el propio adolescente a una reunión con autoridades de la institución educativa.
Del encuentro participarán también los profesionales que se desempeñan en el gabinete psicológico de la escuela, para abordar en profundidad las circunstancias que llevaron al menor a llevar el arma a la escuela. En paralelo, habrá una actuación de la Justicia de Menores y de la policía.