Tres policías del Comando Radioeléctrico fueron procesados por exigirle 5 mil
pesos a la esposa de un hombre al que detuvieron en la calle y a cambio de dejarlo en libertad. Los
efectivos están acusados de realizar llamados extorsivos a la mujer durante el traslado del
sospechoso y cuando ya estaba alojado en la Jefatura. En tanto, otros dos uniformados fueron
procesados el mes pasado por ir a cobrar parte del dinero pactado después de que la mujer del
apresado hiciera la denuncia en la Dirección de Asuntos Internos de la fuerza. Para el juez que
entiende en la causa, los cinco actuaron de un modo coordinado.
El procedimiento que derivó en la acusación ocurrió el 2 de octubre pasado,
cuando efectivos de dos móviles del Comando arrestaron a tres ocupantes de un Fiat Duna en la zona
sur de la ciudad. El sargento Mario Alfredo Díaz, de 46 años, y el agente Sebastián Alvarez Ruiz,
de 35, quienes trasladaron a la Jefatura a los apresados, fueron acusados de realizar los llamados
extorsivos a la esposa de uno de los detenidos.
Al superior de ambos, el oficial auxiliar Hugo Daniel Baroni, de 35 años y
redactor del acta de procedimiento, la Justicia le reprocha haber dirigido el operativo y amenazado
al preso para que no denunciara la extorsión. Todos ellos fueron procesados por el juez de
Instrucción Alfredo Ivaldi Artacho como coautores de extorsión. Están en libertad, pero tienen
prohibido portar armas de fuego, tomar contacto con las víctimas y desempeñar funciones en la zona
de Inspección 3ª.
Otros dos policías que se ocuparon de recibir los billetes, el sargento 1º Pedro
Fernández y el agente Javier Pereira, habían sido procesados en noviembre por el mismo delito,
acusados de ir en el móvil 3847 al sitio acordado a buscar el dinero.
Famoso involucrado.En la causa se constató además que los primeros llamados
extorsivos partieron del Nextel de Ariel Máximo Cantero, ex líder de la banda de Los Monos en el
barrio Las Flores, y uno de los detenidos a bordo del Fiat Duna.
Los policías que los arrestaron le pidieron a Cantero su celular para contactar
a la esposa del hombre chantajeado. Aunque el líder de Los Monos dijo en Tribunales no estar al
tanto de esos llamados, el juez evaluó que lo hizo para no comprometerse con un testimonio contra
policías. El efectivo Díaz admitió que conocía a Cantero porque lo había detenido tiempo atrás por
un homicidio.
El procedimiento fue el 2 de octubre pasado en Melián al 6400. Alrededor de las
17.30 los efectivos Fernández y Pereira (procesados en primer término) divisaron un Fiat Duna con
captura y pidieron refuerzos. Al lugar llegó el móvil de Díaz y Alvarez Ruiz, quienes apresaron a
Juan G., titular del auto, a Ariel Cantero y a otro hombre. Los llevaron demorados a la Brigada de
Investigaciones.
Vehículo sospechoso.El Fiat tenía pedido de captura desde nueve días antes,
cuando un denunciante anónimo pasó la patente del Duna al ver en su interior personas con armas de
fuego junto a Trafic, en pasaje Cura Malal al 4100. Entonces los efectivos del Comando no
encontraron el Duna pero demoraron en la Trafic a cinco civiles con vestimentas y pertrechos
policiales, en lo que parecía el acto preparatorio de un delito.
En el trayecto a la Jefatura, según la denuncia de G. y su esposa, Olga Q., uno
de los efectivos le pidió el celular a Cantero y le dijo al titular del auto que llamara a su mujer
para pedirle 5 mil pesos a cambio de dejarlo en libertad y no complicarlo en la causa. La entrega
debí hacerse a las 19 de ese día en avenida del Rosario y Circunvalación.
A partir de ese momento Q. recibió varios llamados extorsivos. Los primeros tres
desde el celular de Cantero. Le dijeron que si no entregaba la plata su marido iba a quedar "verde
a golpes" y le dieron hasta las 20.15 para realizar la entrega.
Los últimos tres contactos, entre las 19.15 y las 20.20, fueron escuchados por
efectivos de Asuntos Internos ante quienes la mujer denunciaba la extorsión. Entonces se organizó
una entrega controlada de dinero y Olga fue con 400 pesos marcados al lugar pactado. Allí, los
policías encubiertos observaron la llegada del móvil 3597, a cargo de Fernández y Pereira, con las
luces apagadas. Tras el contacto con la mujer el vehículo se marchó a toda velocidad. Los efectivos
de Asuntos Internos no lo alcanzaron, pero el juez entiende que recibieron el dinero.
Luego la acusación se extendió a otros tres policías que habrían participado del
pedido de dinero. Los efectivos lo negaron. Para Ivaldi Artacho, la teoría "conspirativa" con la
que se defendieron se vio superada por evidencias que le dieron credibilidad a la denuncia.
Tanto Díaz como Alvarez Ruiz fueron reconocidos por Juan G. en un mosaico de
fotos como quienes lo extorsionaron. La víctima también señaló a Baroni como un efectivo que, antes
de entrar a la Jefatura, le dijo: "Si abrís la boca te vamos a romper el culo y te vamos a
engarronar". Para el juez, existió un "círculo de convergencia y coordinación que ha mediado entre
las dos patrullas" involucradas.
Son del Comando. No quedan presos pero no deben portar armas ni trabajar en la
zona donde fue el hecho