Mientras en Quito fracasaba la cumbre de la Unasur sobre el conflicto entre
Colombia y Venezuela, la cúpula guerrillera colombiana propuso al presidente entrante la apertura
de negociaciones. "Conversemos", propuso muy concretamente en un video el jefe de las Farc, Alfonso
Cano al presidente electo Juan Manuel Santos, quien asumirá el 7 de agosto. Agregó que las Farc
"invitan al diálogo y la búsqueda de la solución política para el conflicto interno colombiano",
pero también lanzó una larga serie de descalificativos hacia el gobierno colombiano.
Aislado y cercado. Cano estaría aislado y cercado en territorio colombiano, a
diferencia del resto de la cúpula de la guerrilla, que se refugiaría en Venezuela bajo el amparo
del presidente Hugo Chávez.
Cano, sin mencionar los recientes golpes del ejército y la polícía colombianas
contra su círculo de seguridad, dijo en el video que no están en "el fin del fin". El video, de 36
minutos, fue emitido por el canal árabe Al Jazeera, de fluidos contactos con sectores afines a las
Farc y a las organizaciones financiadas por el venezolano Hugo Chávez. "Estamos desarrollando con
convicción nuestros planes militares y políticos, pero sin perder de vista la búsqueda de la paz",
aseguró Cano, quien después de las muertes de Raúl Reyes y Manuel Marulanda en 2008 quedó a cargo
de las Farc. Cano, que enfrenta una durísima ofensiva militar que le ha costado la pérdida de sus
principales jefes de seguridad, dice que la salida para el país "tiene, sin ninguna duda, que
buscarse a través del diálogo: de las conversaciones, de las propuestas políticas, de la
diplomacia, para que podamos entre todos ir buscando el punto de confluencia". Y frente a los
continuos señalamientos de los nexos entre las Farc con el narcotráfico, Cano, cuyo verdadero
nombre es Guillermo León Sáenz, aseguró una vez más que son acusaciones "sin fundamento", sin dar
más precisiones. El jefe guerrillero luce en el video notablemente envejecido respecto a
apariciones anteriores y más obeso. Habla a la cámara con una tela camuflada de fondo. En las
últimas dos semanas, las fuerzas militares han desatado ataques contra la custodia de Cano en las
provincias de Tolima, Cauca y Huila, capturando y abatiendo a varios jefes de su seguridad. Cano y
las Farc, por lo tanto, hacen su planteo negociador desde una posición de debilidad. Su mayor
fuerza hoy reside en el frente internacional, donde reciben el auxilio diplomático y político de
los países "bolivarianos", con la Venezuela de Hugo Chávez a la cabeza.
Ecuador: sin resultados. En tanto, en Ecuador fracasó la cumbre de la Unasur
para tratar de superar la crisis bilateral entre Colombia y Venezuela. Colombia insistió en buscar
un mecanismo regional para combatir a los guerrilleros, después de que denunciara ante la OEA que
Venezuela da cobijo a 1.500 rebeldes en su territorio, incluida casi toda la cúpula de las Farc.
Esa acusación llevó a Chávez a romper relaciones, cerrar las embajadas y amenazar con una guerra.
El canciller colombiano, Jaime Bermúdez, comentó: “A Colombia lo que le preocupa y lo que
quiere es cooperación eficaz. Necesitamos librarnos del narcotráfico y el terrorismo con el apoyo
de todo el mundo”. Venezuela presentó en Quito una propuesta para un proceso de paz en
Colombia, en casi perfecta simultaneidad con el planteo que hizo Alfonso Cano. Colombia desecha de
plano esa alternativa, que daría a las debilitadas Farc un tiempo precioso para reconstituirse
después de ocho años de continuas derrotas bajo el presidente saliente, Alvaro Uribe.
En tanto, el diario Washington Post apoyó la denuncia de Colombia en la OEA
contra Venezuela. Dijo en un editorial que Alvaro Uribe se había cansado de ver cómo Chávez da
refugio a las Farc sin que nadie en la comunidad internacional reaccione.