Mientras la ley de educación sexual integral no se implementa de manera constante y efectiva en las aulas santafesinas, los chicos siguen necesitando y reclamando espacios que les permitan expresarse sobre lo que más les interesa y preocupa. Esos huecos que produce el intrincado mundo de las decisiones institucionales y políticas, suelen llenarse (o al menos cubrirse) con propuestas que surgen de los propios alumnos y maestros y que a veces encuentran eco en entidades —algunas dependientes del Estado— que ofrecen el soporte necesario para ponerle palabras y acciones a eso de lo que todavía no se habla.
Uno de esos "movimientos" se produjo durante esta semana, en varias escuelas de la ciudad, que participaron de la "Campaña de Prevención en Violencia de Género", organizada por el Instituto de la Mujer de la Municipalidad de Rosario, que incluyó talleres donde se abordaron los vínculos afectivos y el ejercicio de la sexualidad. LaCapital fue testigo del trabajo realizado en la Escuela Nº 411 Leónidas Gambartes, que funciona en la zona centro de Rosario. Allí, por iniciativa de una profesora, los alumnos de quinto año vienen produciendo distintas tareas relacionadas con esta temática, las que coronaron con la actividad impulsada por el área de la Mujer.
Viviana Espinosa, docente de producción y gestión comunicacional, explicó que "junto a los alumnos gestamos un proyecto en el que ellos se conformaron como si fueran una ONG que se dedica a la difusión y concientización de cuestiones relacionadas con la sexualidad y el género". En el marco de esa propuesta algunas alumnas se acercaron al Instituto de la Mujer a pedir colaboración e información y "se formalizó la posibilidad de hacer algunas actividades en forma conjunta".
Así, los chicos y chicas de quinto convocaron a compañeros de primer año para participar de un taller que se llevó a cabo el miércoles por la mañana. Los más grandes fueron los encargados de compartir sus conocimientos y vivencias con los más pequeños, en un intercambio que produjo efectos inmediatos. Para comprobar el impacto, sólo bastaba verlos charlando, en grupos, alrededor de unas enormes figuras humanas realizadas con papel de diario en las que colocaron palabras relacionadas con sus sentimientos en torno a la violencia de género. Culpa, sometimiento, humillación, maltrato, dolor, violación, pecado, control y muerte aparecieron en escena. Cada una disparó una reflexión, una explicación, una mirada.
Camila, de 17 años, una de las más entusiastas participantes de la actividad, dijo a este diario que "nos involucramos con estos temas porque todo lo relacionado a educación sexual que te dan en la escuela se queda en lo biológico, en lo anatómico, y a nosotros nos interesan otras cosas". Florencia, Jésica, Yamila, Ana Clara y Lucía, sus compañeras, también se sumaron a la charla: "Vivimos rodeados de prejuicios y confusiones sobre la sexualidad, el sexo y el lugar de la mujer. A veces hasta nosotras mismas usamos palabras hirientes o desagradables para referirnos a otros y otras; palabras como virga o puta, que están relacionadas a la sexualidad, y no nos damos cuenta de lo que eso produce. Por suerte estos espacios nos ayudan a pensar".
"La violencia en el noviazgo es algo que vemos en forma diaria —agregaron—. Los pibes enseguida hablan de mi chica, o mi mujer, como si les perteneciéramos, y hay que estar atentas a eso, porque empiezan mirándote los mensajes del celular pero después hasta te eligen las amigas".
Los varones de primer año, también aportaron sus opiniones: "Estuvo bueno el taller, aunque yo me anoté para no tener clases, después me pareció interesante. Aprendí que la sexualidad está en todas las cosas de la vida cotidiana", expresó uno de los chicos.
Santiago, Sebastián, Iván, Cristián y Julián junto a sus compañeras de primer año Rocío, Jazmín, Georgina y Valentina, sacaron conclusiones: "Leímos que un tipo le prendió fuego a la novia, hay que estar medio loco, pero esas cosas pasan, porque la violencia no está nada más que en la tele".
Sin demasiados preámbulos, el debate por los roles que ocupan varones y mujeres en la sociedad se coló en la charla: "Nosotras no nos ponemos mucho de novias a esta edad; además, ellos quieren que nos ilusionemos para después hacernos llorar", dijeron las chicas. La respuesta de los muchachos no tardó: "Chicas, ustedes se ilusionan solas ...".
Viviana Espinosa, la profe que estimuló la participación y acompañó a los chicos, contó que "están muy motivados y preocupados por su sexualidad y sus relaciones con otros y otras, por eso es fundamental ofrecerles espacios de encuentro y libertad para hablar de convivencia, de derecho, de respeto y compromiso, valores que necesitan incorporar o afianzar. De estas actividades, siempre se llevan algo positivo. Eso sí, hay que seguir trabajando".
Como líder de la ONG que "inventaron" en el aula, Camila se paró delante de sus compañeros y aseguró: "En la vida hay muchos cambios, ustedes, los de primero, están empezando a vivirlos. No imiten lo que no les gusta, pregúntense todo lo que sea necesario, busquen lo que desean, decidan siempre lo que les hace bien y no lo que esperan los demás". En la fría mañana rosarina, lejos de los prejuicios, la burocracia y las leyes, pero muy cerca de la realidad, los chicos hicieron su propia declaración de principios.