Florencia Portillo tiene 17 años, está en 5º del Normal Nº 1 Nicolás Avellaneda y sueña con ser abogada. Es más bien tímida, pero se muestra muy segura al expresarse y más cuando responde qué le desvela de la historia, por qué la apasiona y qué descubrió al decidirse a participar de la Olimpíada Nacional de Historia que organiza la Universidad Nacional del Litoral, donde alcanzó el segundo lugar. No es para menos que esté feliz: más de cinco mil secundarios de todo el país son los que se sumaron a este certamen. "Un país que no tiene memoria no tiene futuro", conmueve con su reflexión.
"Me gustan las ciencias sociales, historia, filosofía, ciencia política, en fin todo lo que tiene que ver con humanidades, que es lo que hice en el secundario", adelanta Florencia sobre los motivos que la llevaron a inscribirse a esta olimpíada.
De todas maneras reconoce que el puntapié lo dio su profesora María del Valle Chara. "El año pasado recorrió los salones preguntando quién quería anotarse. Yo lo hice, participé, pero no logré pasar a la instancia nacional. Este año me anoté de nuevo y llegué", recuerda la joven que todavía no sale de su asombro por haber alcanzado el segundo puesto a nivel nacional.
La Olimpíada de Historia de la República Argentina está organizada por la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Universidad Nacional del Litoral (UNL). Es auspiciada y financiada por el Ministerio de Educación de la Nación.
Más ganadores. Como en otros certámenes, se divide en dos categorías según las edades de los participantes, una tercera que es de proyectos de investigación y otra de presentación de fotografías. Florencia fue distinguida en la categoría B, que corresponde a los alumnos de los últimos años del secundario.
"Este año contamos con unos cinco mil participantes de todo el país. La cantidad superó a la de ediciones anteriores. De esos cinco mil llegaron a la instancia nacional unos 60 alumnos, quienes lograron superar las tres instancias anteriores de la olimpíada (colegiales y jurisdiccionales)", apuntan desde la UNL.
El eje temático de la olimpíada fue "Los cambios en los procesos de trabajo en las sociedades capitalistas. Problemas y perspectivas. La crisis de la sociedad del trabajo y las formas de la movilización social". Para eso los participantes estudiaron sobre historia argentina (del 30 al 2003), latinoamericana y mundial.
Florencia recibió una medalla, diplomas, libros y otros recuerdos. Pero dice que lo mejor fue haber llegado a la final, además de las felicitaciones y cariño de sus compañeros, profesores y familiares. Además de la alumna rosarina también fueron distinguidos otros estudiantes santafesinos: Andrés Sartini, de la Escuela Nº 8.098 de Wheelwright, también con el segundo lugar pero en la categoría para los primeros años, y Federico Pérez del Colegio San José de Reconquista, quien participó en la instancia de fotografías.
Más allá de la predilección previa que esta alumna tiene por la materia, admite que inicialmente no había descubierto esta preferencia. "Yo pensé que no me gustaba la historia argentina por cómo me la habían dado en la escuela, pero cuando empecé a estudiar lo que me dieron para las olimpíadas me di cuenta que estaba muy bueno".
Cuenta que para prepararse los organizadores le dieron un manual para estudiar, luego contó con el apoyo de la profesora Chara y del docente tutor, Leandro Dragotta. "También leí mucho en mi casa", agrega como detalle del tiempo que le demandó prepararse.
Los preferidos. La estudiante, a punto de egresar del secundario, se entusiasma cuando se le pregunta qué temas y personajes de la historia le llamaron más la atención. "Me gusta todo lo que es el movimiento obrero, que es más bien donde estaba enfocada la olimpíada, también los movimientos estudiantiles", dice, y se explaya: "Lo mismo me pasó con Perón, viste que hay gente que te habla muy bien y otros muy mal, pero cuando ves lo que hizo por los obreros es cuando decís «guau, tan malo no era como por ahí te lo pintan». Estudiando me pasó eso, como que lo entendí un poco más".
Sigue contando que algo parecido le sucedió con Eva, "un emblema (como mujer) por todo lo que hizo, desde el voto femenino hasta las obras sociales". "Después —continúa— me gustó aprender sobre el movimiento ruso, donde es interesante conocer las contradicciones que se daban en la revolución que llegó".
La instancia final de la olimpíada se realizó en el campus universitario de la UNL, en la ciudad de Santa Fe, del 24 al 26 de octubre. Llegaron 130 personas, entre alumnos, profesores y acompañantes de los chicos. Además de la prueba, los olímpicos participaron de paseos recreativos y educativos.
"La prueba era escrita con preguntas para desarrollar, otras para interpretar a través de imágenes, como una que refería al populismo, otra a De la Rúa y una más al desarrollismo. Eran afiches de época. Muchos temas daban para ser tratados desde distintos puntos de vista", detalla la estudiante.
Y llegó el final. "Cuando dieron los resultados, y me nombraron en el segundo lugar, no lo podía creer", dice con una sonrisa increíble la alumna del Normal de Rosario.
Recomendable. Opina que pasar por esta competencia es una experiencia más que recomendable: "Yo pensaba que era una prueba más de historia, pero en realidad aprendés mucho más, como por qué pasan algunas cosas de la actualidad. Por ejemplo, por ahí se escucha decir «eh! gorila» o «¡golpista!», y se repite sin saber de qué se habla, por qué se dice lo que se dice".
Otra razón muy valedera que da Florencia para sumarse a estos desafíos intelectuales es la posibilidad de conocer otros chicos de todo el país. "Cuando llegás a la nacional conocés gente de todos lados, de Puerto Madryn, de Santa Cruz, de Corrientes, de Jujuy, y eso es muy bueno".
"Además —añade— es raro conversar con otros chicos de 17 años de neoliberalismo o de menemismo sin sentirte un olfa, yo no lo soy. También hablamos de nuestras escuelas, de lo que nos gusta".
Al final Florencia responde con soltura y muy convencida de que la historia tiene que tener un lugar importante en la secundaria, lo dice así: "Yo creo que es importante aprender la historia porque si vos no conocés el pasado no podés conocer el presente y tampoco saber cuáles fueron los errores. Si eso pasa se vuelven a cometer; y más que nada en la Argentina, que es un país que olvida rápido. Y además porque un país que no tiene memoria no tiene futuro".