La presidenta Cristina Fernández afirmó ayer estar “satisfecha” con la sanción de la
ley de matrimonio de personas del mismo sexo y destacó que la norma “defiende el derecho de
la minoría”, mientras la Iglesia advirtió que traerá “un daño grave al bien
social” y cuestionó el apoyo del gobierno.
“Yo no estaba de acuerdo con el discurso que rodeaba el
debate”, recordó la jefa de Estado en declaraciones realizadas en Shanghai (China) sobre la
ley que sancionó el Senado en la madrugada de ayer y constituye la primera en Latinoamérica en
reconocer a nivel nacional ese derecho a homosexuales.
La presidenta expresó, en ese sentido, que “el hecho de que se
hablase de guerra de Dios, por ejemplo, mostraba una radicalización que no resultaba positiva, de
ninguna manera”.
“Si pensamos que hace 50 años las mujeres no podían votar y que no
hace mucho en Estados Unidos no podía haber casamientos interraciales, y que en Argentina la única
forma de contraer matrimonio era a través de la Iglesia, y nos encontramos cómo ha cambiado todo
eso, podemos pensar que éste ha sido un paso positivo que defiende el derecho de la minoría”,
dijo.
La norma aprobada por 33 votos a favor y 27 en contra, con 3
abstenciones, contó con el respaldo de los bloques del Frente para la Victoria, la Unión Cívica
Radical, el socialismo y la Coalición Cívica.
En cambio, en contra lo hicieron la mayoría de los senadores
pertenecientes al peronismo disidente, así como la gran mayoría del bloque radical.
La aprobación se produjo tras más de 14 horas de debate, que incluyeron
momentos muy álgidos, sobre todo al final, cuando el presidente del bloque del Frente para la
Victoria, Miguel Angel Pichetto, consideró que un artículo del proyecto de Unión Civil presentado
por el peronismo disidente tenía connotaciones “nazis por prohibir la posibilidad de adopción
por parte de las parejas homosexuales.
La iniciativa que autoriza el matrimonio entre personas del mismo sexo
permite la adopción, así como la práctica de métodos de fertilización asistida.
Al momento de votar, el Senado primero debió decidir sobre el dictamen
de mayoría que rechazaba la iniciativa venida de Diputados, para luego votar el que aprobaba el
proyecto que impulsaba el oficialismo.
El texto, aprobado por la Cámara de Diputados el 5 de mayo, fue apoyado
en el Senado por los bloques del Frente para la Victoria, la Unión Cívica Radical, el Socialismo y
la Coalición Cívica, cuando en el país ya se celebraron ocho matrimonios homosexuales tras
autorizaciones otorgadas por la Justicia.