Con profunda tristeza he leído el artículo del ejemplar del pasado 20 de mayo sobre el posible remate de las instalaciones del Club Olimpia de Venado Tuerto. Con la misma sensación quiero pedirle al gobernador Binner que solucione este problema, así como lo hizo con el cine El Cairo y el teatro La Comedia de Rosario. También le pido al intendente de Venado Tuerto que movilice a la ciudad, que golpee todas las puertas que sean necesarias y, respetuosamente, solicitarle al señor juez que suspenda el remate por un tiempo prudencial, hasta que se encuentre una solución al problema. Fundamento mi pedido y pregunto: ¿saben lo que significa fundar un club? Señores, esto es obra de soñadores, de emprendedores. Pero mantenerlo, hacerlo crecer por años y levantar un estadio es obra de titanes. Me sigo preguntando: ¿cuántos niños, jóvenes y mayores disfrutaron de estas instalaciones? ¿Y las glorias? No olvidemos que el primer equipo de básquet llegó a disputar la copa intercontinental con el Panathinaikos de Grecia. En esa oportunidad el gobernador Obeid estuvo presente en el gimnasio de NOB y eran todos elogios. La provincia tiene una muy buena ley de deportes y los fondos suficientes como para que este patrimonio de todos los venadenses no quede en otras manos que no sean las de los deportistas. Todo esto lo digo con conocimiento. Quien escribe tuvo el honor de ser vicepresidente primero del Consejo Provincial del Deporte (ad honoris) cuando Julio Eggiman lo presidía siendo secretario de Deportes de la provincia y sé que el ex diputado defenderá con todo su esfuerzo hasta el último minuto esta posición. El club Olimpia no debe rematarse. Hoy hay que actuar. Mañana será tarde. Las lamentaciones del día después no sirven para nada. Los gobernantes tiene la palabra.