Varios delincuentes que fingieron ser fieles que presenciaban una misa en la Catedral Metropolitana porteña robaron una importante suma de dinero a un religioso en la que fue la oficina del Papa Francisco y donde actualmente trabaja el arzobispo de Buenos Aires, Mario Poli, una vez terminad el oficio religioso.
El hecho, que ocurrió el domingo pasadas las 18, se conoció recién ayer. El grupo de delincuentes se mezcló entre los creyentes que presenciaban la misa de las 18. Al finalizar la misa y ya sin testigos alrededor, los ladrones se evadieron por una puerta lateral, atravesaron el pasillo y llegaron hasta la habitación donde duerme Mario Poli en la arquidiócesis de Buenos Aires.
En el lugar, redujeron a un guardia de seguridad y amenazaron con armas a cinco religiosos que estaban en las oficinas del primer piso.
Los ladrones sabían que uno de ellos llevaba unos 100 mil pesos. Con el dinero en su poder, y luego de revisar todos los cuartos de la Curia, escaparon sin ser detenidos.
El encargado de denunciar el hecho a la policía fue el mismo arzobispo. Si bien la máxima autoridad de la Iglesia optó por mantener el hecho en reserva, fuentes de la Policía Federal y el Ministerio de Seguridad confirmaron el episodio.
Los delincuentes, entre dos y tres, no actuaron de forma espontánea. Por el contrario, "sabían a quién buscaban, conocían el nombre del cura que tenía el dinero", indicó un informante. Además, contaban con una llave con la que pudieron ingresar a la Curia. Por esa razón los investigadores no tienen dudas de que hubo un entregador.
Además de la plata, los delincuentes se apoderaron de alcancías y otros objetos de valor que encontraron en los tres pisos que ocupa el Arzobispado en el edificio de Rivadavia 415, en un lateral de la plaza de Mayo.
Hubo otros hechos similares en otras diócesis. El 4 de diciembre pasado falsos fieles robaron pertenencias de la banda que toca en la Catedral de Santa Rosa, en La Pampa. Entre otras cosas, se llevaron una mochila, dos notebooks y varios teléfonos celulares.
El sábado 11 enero de 2013 dos delincuentes hicieron un boquete en un vitraux de la Catedral San Juan Bosco, en el centro de Comodoro Rivadavia, en Chubut. Una vez que llegaron a la oficina del párroco revolvieron todo hasta que encontraron la caja fuerte, donde se guardan los ahorros de las ofrendas, limosnas y los cálices de la eucaristía.
El 31 de octubre del año pasado autores desconocidos entraron en la Catedral de Mar del Plata, donde provocaron destrozos y robaron "elementos significativos vinculados con reliquias de los santos".