La temporada de verano que se iniciará en dos semanas traerá temperaturas ligeramente superiores a lo habitual y lluvias normales para esta época del año, aunque no se descartan tormentas fuertes y aisladas, informó el Servicio Meteorolócico Nacional.
La tendencia del próximo trimestre incluye eventos de lluvia y viento propios de la temporada en el centro y norte del país, pero sin la presencia de los fenómenos conocidos como El Niño y La Niña, que llevan a extremar las temperaturas.
"El verano no se ha instalado aún por la gran variabilidad de masas de aire frío y cálido, que al interactuar generan por un lado tormentas aisladas y por otro una alternancia de días frescos y cálidos, sobre todo en el centro del país", dijo José Luis Stella, climatólogo del SMN.
En el norte del país, según la tendencia consensuada entre distintas instituciones que se ocupan de pronósticos, el verano transcurrirá dentro de un contexto de sequía que en esa zona persiste desde hace dos años.
"El este de Salta, Jujuy, Tucumán, Oeste de Chaco, y Formosa hace dos años que soportan una fuerte sequía. Teniendo en cuenta que en verano comienza en la zona una temporada de lluvias, se prevé que los valores sean normales o inferiores a lo normal, rango que se estima entre 300 y 500 milímetros trimestrales", sostuvo el climatólogo.
Además, para Buenos Aires, Santa Fe, y Entre Ríos se espera que llueva dentro de los valores normales o menos de lo normal (entre 200 y 300 milímetros). "Sin embargo, cabe aclarar que por la época del año se prevé que puedan producirse más temporales y tormentas de lluvia y vientos fuertes en el centro y norte del país", aclaró Stella.
En cuanto a las temperaturas, "se prevé que este verano sea más cálido que lo normal en gran parte del país". La excepción la marcará el sur de Santa Cruz y Tierra del fuego, donde la tendencia es que las marcas sean inferiores a lo normal (que en el área alcanzan una media de 14 grados).
En el extremo norte del Litoral (norte de Corrientes y Misiones), se prevé que las temperaturas puedan estar más próximas al valor promedio normal, entre 24 y 26 grados, señaló.
"El año pasado, la Navidad en la ciudad de Buenos y alrededores fue agobiante y por el exceso de calor colapsó el suministro de electricidad, lo que provocó apagones en varios puntos de la ciudad de Buenos Aires", recordó Stella.
"Este fin de año, tendremos diez días antes una aproximación de lo que podemos esperar del clima", aclaró.
En 2013, la primera ola de calor duró cinco días entre el 28 de enero y el 1º de febrero, recordó Stella.
Desde 1997 y 1998, los fenómenos de El Niño y de La Niña no han incidido fuertemente en el país, por eso "hace tiempo que hemos dejado de experimentar esos veranos marcadamente fríos, por efecto de La Niña, o lluvias excesivas por acción de El Niño", informó el especialista.
"Como este verano esos impactos no estarán presentes, se prevé que no habrá eventos extremos, con excepción de las tormentas fuertes y aisladas que pueden ocurrir durante el período", dijo Stella.