El proyecto de ley que penalice al cliente de una prostituta que enviará el gobierno nacional el año próximo en su estrategia contra la trata de personas, según anunció este fin de semana del ministro de Justicia, Julio Alak, fue rechazado ayer por María Eugenia Aravena, titular de la Asociación de Meretrices Argentinas delegación Córdoba (Ammar).
Si bien destacó que el gremio de las meretrices "no está para defender los derechos del cliente", señaló que "este tipo de medidas son marketineras y lo único que buscan es penalizar la prostitución, cuando en Argentina no es una actividad ilegal".
Aravena señaló la necesidad de saber distinguir "entre trata, explotación sexual y el ejercicio de la prostitución".
"El proxenetismo en un delito, la trata es un delito, pero la prostitución no es un delito", advirtió.
Aravena denunció que "se están implementando medidas prohibicionistas que lo único que buscan es eliminar la actividad". La dirigente recordó que el "Código Penal castiga la explotación sexual".
También reclamó que en este debate las mujeres que ejercen la prostitución "no son escuchadas".
"El ejercicio de la prostitución es sostén de muchas familias", afirmó. "Todas son medidas de políticas marketineras, no de fondo para desarticular las redes de trata", dijo la dirigente.
Aravena dijo que desde Ammar trabajan "muy fuerte en mejorar la calidad de vida del sector". En ese sentido, destacó la reciente inauguración del Centro Amigable para la Salud Integral, en la ciudad de Córdoba.
Aravena dijo que "desde el Estado no existen las políticas públicas para ese sector" y destacó el trabajo que se hace en Uruguay donde existe la ley de trabajo sexual y el Estado brinda protección y asistencia a quienes ejercen la prostitución.
Aravena dijo que "al castigar al hombre que usa los servicios de una persona que ejerce la prostitución lo que se está haciendo es combatir esta actividad".
"Estamos en contra de que se penalice al cliente", destacó Aravena. "Porque aquí nadie habla de qué van a vivir las personas que sostienen sus hogares con este trabajo", dijo.
Cabe mencionar que en Córdoba, Ammar tiene mil afiliados "sin contar el interior".
"Vamos a seguir peleando para que las compañeras no terminen presas y tiradas en un calabozo", agregó.
"Se persigue a las mujeres en toda la Argentina, porque se quiere criminalizar la actividad", sostuvo. "Acá lo que se quiere combatir es el ejercicio de la prostitución y no la trata de personas", remarcó.
También destacó que las cifras de las víctimas de trata y de desaparecidas por esa causa "están infladas". "5884 víctimas rescatadas y 500 desaparecidas son números infladísimos", dijo. "Hay una necesidad de mostrar números y criminalizar a las mujeres", señaló. "No estamos para hablar ni defender a los clientes, pero sí nos preocupa que se ataque nuestra fuente de ingresos y medio de vida. Es ilógico criminalizar una práctica, que no está prohibida en la Argentina. Cuando se clandestiniza la actividad, se favorece la explotación", finalizó.