Los pasos de cebra en la capital de India, Nueva Delhi, parecen una gran mancha en la paleta de un artista: el blanco y el negro se entremezclan y la pintura derretida fluye hacia un costado. No sorprende: desde hace días, el sol brilla sin clemencia sobre India. Las temperaturas llegan hasta los 48 grados Celsius. Quien puede se baña en un lago, se acerca a un ventilador o pasa el día a la sombra de un árbol.
Sin embargo, no todos logran huir del calor. Recientemente murieron cientos de personas por día, más de 1.700 en total, la mayoría por exposición directa a los rayos del sol. En general, los muertos son obreros que trabajaban a pleno sol. "Necesitamos ganar algo para darles a nuestras familias al menos dos comidas al día", dice en Hyderabad el taxista Naeem Khan.
Alrededor de una cuarta parte de los 1.250 millones de habitantes de India no tienen electricidad, por lo cual no disponen de ventilador ni aire acondicionado que los alivie. Santra Devi forma parte de un grupo de vendedores callejeros que vende chucherías en Nueva Delhi. Ahora está casi todo el día sentada en la entrada de una estación de metro para aprovechar el aire fresco que sale de los túneles. "Casi no hay turistas ahora por aquí", cuenta.
No muy lejos de allí, una mujer se protege debajo de un paraguas. "Pero como hay viento caliente, la verdad es que el paraguas no sirve de mucho", afirma Shweta Singh. Estos días lleva siempre consigo una botella de agua. "Hay que tomar algo cada tanto, si no la garganta se seca por completo", dice esta empleada.
En los estados de Telangana y Andhra Pradesh, en el sur del país, los más afectados por esta ola de calor fuera de lo común, las autoridades han establecido miles de puestos de agua para la población. Además, pidieron a la gente que no salga de sus casas u oficinas entre las 11 y las 16 horas. En las paradas de autobús y estaciones de tren se reparten bebidas con sales minerales, azúcar y electrolitos.
Por ahora no se vislumbra el fin de este calor mortal. La lluvia del monzón, que suele marcar el final del verano y baja las temperaturas, aún está a días e incluso semanas. En el sur del país se espera para principios de junio, en el norte para principios de julio.
Pawan Kumar Yadav vende bebidas y podría estar contento porque aumentaron sus ventas. Sin embargo, espera que haya una pequeña tormenta o al menos un par de nubes. "Tuve que pedir el doble de hielo, 80 kilos", asegura. "Hace tanto calor que el hielo se derrite en segundos".
La actual ola de calor no es la primera en India, pero esta es especialmente larga y extrema. Y.K. Reddy, meteorólogo jefe de Telangana y Andrah Pradesh, dice que este verano ya se rompieron varios récords de temperatura. "Lo más raro es que, a diferencia de lo usual, la ola de calor no terminó después de tres días, sino que dura ya una semana", apuntó, culpando de ello al cambio climático global.
Como hacían los británicos en tiempos coloniales, algunos indios intentan escapar al calor refugiándose en las montañas del Himalaya. Sorprendentemente, en las montañas hacía 30 grados, una temperatura muy elevada para la zona. "Hacía un calor increíble. Se nos arruinaron las vacaciones. Estuvimos casi todo el día en el cuarto del hotel", cuenta Manju Singha.
Los hospitales están desbordados tras siete días con temperaturas de 48º
Los hospitales registraban ayer en India una afluencia récord de pacientes víctimas de una ola de calor abrasador que ya se ha cobrado más de 1.700 vidas en poco más de una semana, el mayor número registrado en las dos últimas décadas.
Centenares de personas, sobre todo entre los más pobres, mueren durante el verano en India, pero en 2015 ya se ha superado las cifras de 1995, cuando según datos oficiales 1.677 personas sucumbieron al fuerte calor.
En el estado de Andhra Pradesh (sureste), por lejos el más afectado, donde las temperaturas alcanzaron a los 47 grados centígrados, 1.334 personas han muerto desde el 18 de mayo pasado, según la agencia Press Trust of India.
Los médicos de esta región dijeron que nunca habían visto tantos casos graves como en este año.
"Nuestros servicios están completamente repletos", dijo JV Subbarao, médico en el Instituto Rajiv Gandhi para las Ciencias Médicas, en Andhra Pradesh. "Soy médico en este distrito desde hace 40 años y nunca había visto algo igual, con tantas personas que llegan ya fallecidas", continuó.
"Los más pobres y los ancianos, menos informados de los efectos de los golpes de calor, son las principales víctimas", añadió.
Según los expertos, probablemente el número de víctimas mortales sea aún mayor.
En el estado vecino de Telangana, donde las temperaturas alcanzaron 48º C durante el fin de semana, 340 personas fallecieron en los últimos días, contra 31 del año pasado.
En la capital Nueva Delhi, con temperaturas de hasta 45ºC, los hospitales tampoco daban abasto.
Para el Centro para la Ciencia y el Medio Ambiente (CSE), un organismo de investigación, el aumento repentino de las temperaturas podría explicar en parte este duro balance.
"Esto podría ser debido a la brusca variación de las temperaturas después de que en meses húmedos como febrero y marzo se registraran otras más benignas", dijo Arjuna Srinidhi, responsable del programa sobre cambio climático del CSE.