La bulimia y la anorexia son trastornos de la alimentación que en los últimos años han crecido. Son más que simplemente hacer dieta o intentar hacer ejercicio físico todos los días para perder peso: se convierten en una obsesión que nunca termina. En nuestra vida cotidiana vemos numerosas marcas de ropa sin talles grandes para personas con sobrepeso, lo cual se supone debe ser una situación traumante. Observar que en una campaña de la famosa marca Victoria Secret's se dijo: "The perfect body" (El cuerpo perfecto) sobre una foto con modelos muy delgadas, o estar rodeados de gente famosa que también lo es, nos lleva a pensar que deberíamos lucir como ellos, cuando en realidad es una idea errónea. Otro caso es el de determinados deportistas, como los que practican gimnasia artística, gimnasia acrobática, patinaje sobre hielo o ballet, ya que los alientan a mantenerse lo más delgados posible con la idea de que de esta manera pueden realizar mejor sus disciplinas. Por ejemplo, la modelo argentina Chloé Bello, con lo bonita y escultural que es (mide1.80 y pesa 55 kilos), fue rechazada en el año 2006 de todas las agencias de moda francesas por "gorda". Entonces, ¿vivimos en una sociedad que valora más lo físico que lo intelectual? Estamos en una época donde el ideal de belleza es una persona delgada y esbelta, lo que provoca que adolescentes entre los 13 y 17 años (cada vez desde más temprana edad y aumentando el número en varones) busquen parecerse a modelos de las peores formas, llegando a la bulimia y la anorexia. Deberíamos tomar conciencia de lo peligrosas que son estas enfermedades y de lo que tenemos frente a nuestros ojos, entender que la belleza no lo es todo y que tenemos que aceptarnos tal cual somos, ya que las imágenes que nos venden en los medios muchas veces no son reales.