En los últimos tiempos, en casi todos los medios locales se ha tratado el tema de los motociclistas que circulan por la ciudad sin casco y que van de a tres o cuatro personas, por lo general son dos adultos y dos menores. Desde la Intendencia se han hecho operativos por las calles de la ciudad y se han llevado muchas motos al corralón por circular de esta forma. Pero los motociclistas siguen haciendo lo que quieren. Se ve que no les importa la vida, ni la de ellos ni la de los acompañantes, que por lo general son sus hijos y sus mujeres. Un total desprecio por el semejante. Sería hora de que las autoridades vieran la forma de frenar esta alocada manera de transitar. A esto le tenemos que agregar la forma en que manejan, haciendo zig zag, en calles donde el tránsito vehicular es tremendo y la posibilidad de un accidente está al alcance de la mano. Ojalá esta situación algún día se revierta.