Lo mataron de un puntazo el día que cumplía el sueño de la casa propia
Juan Gabriel Flores siempre soño con tener su casa propia. Tenía 26 años y junto a Sonia, su
compañera desde hace 5 años, pelearon juntos para concretar ese sueño. El domingo por la tarde todo
se volvió realidad: se mudaron a una humilde vivienda de Soldado Aguirre al 2800, en el barrió
Hindú de Villa Gobernador Gálvez. Pero la ilusión sólo duró 12 horas.
3 de diciembre 2008 · 01:00hs
Juan Gabriel Flores siempre soño con tener su casa propia. Tenía 26 años y junto
a Sonia, su compañera desde hace 5 años, pelearon juntos para concretar ese sueño. El domingo por
la tarde todo se volvió realidad: se mudaron a una humilde vivienda de Soldado Aguirre al 2800, en
el barrió Hindú de Villa Gobernador Gálvez. Pero la ilusión sólo duró 12 horas. A las 5 de la
mañana del lunes, el muchacho escuchó ruidos extraños que provenían de su auto, estacionado en el
jardín delantero de la casa. Cuando salió para ver de que se trataba le dieron un facazo en el
abdomen. Lo llevaron al hospital Provincial, soportó dos cirugías y ayer a las 7 de la mañana
murió. Horas más tarde, acorralado por los allanamientos policiales, el presunto autor material del
crimen se entregó en los Tribunales: le dicen Cachita, tiene 17 años y 12 antecedentes penales.
"Con mi familia nos vinimos buscando el progreso desde Goya (Corrientes) hace 14
años. Pero jamás pensé que ese sueño se iba a llevar la vida de mi hijo". Para Luján, la mamá de
Juan Gabriel, no había consuelo ni nada que se le asemejara. Sólo espacio para las lágrimas.
Arropada en la contención de familiares, allegados y los amigos de su hijo, esperaba ayer, en el
cementerio Parque de Villa Gobernador Gálvez, que le entregaran el cuerpo de su hijo mayor para
poder velarlo. "Era mi mano derecha. Trabajó desde los 16 años y era el que ponía la garra", relató
la mujer.
Un pibe bueno. La de Juan Gabriel es la muerte de un hombre trabajador y
militante de sus sueños. Así lo describieron sus amigos, sus familiares y los vecinos de Soldado
Aguirre entre Neuquén y Montecasero, en el extremo sudoeste de Villa Gobernador Gálvez, donde se
había comprado la sencilla casita que habitó durante 12 horas. Juan Gabriel era el mayor de cuatro
hermanos de entre 10 y 26 años. Sus padres y dos de sus hermanos son catequistas en la comunidad de
San Enrique, conocida como la iglesia antigua de la vecina ciudad.
Juan estudió mecánica y desde los 16 años empezó a apuntalar el presupuesto
familiar. También trabajó en una empresa de servicios para la industria hasta que puso su
tallercito en Villa Diego. Desde hace unos cinco años vivía con Sonia, una muchacha de 24 años que
trabaja como portera en la escuela primaria número 132.
"A mí me preguntaba: «¿Loco, qué te parece la casa?». Y yo le decía que estaba
bien si a ellos les cuadraba. Era un pibe buenísimo, sin maldad. Yo lo conocí trabajando hace un
año y medio y estábamos pensando en cerrar la parte delantera de la casa nueva para poner el taller
mecánico ahí", contó Fabián, uno de sus mejores amigos.
Abatidos. Para tener su vivienda, Juan Gabriel permutó un Renault 19 y juntó
algo de dinero. El domingo se mudó al nuevo hogar junto a su pareja y era su primera noche allí.
Frente a la casa, dentro de un terreno alambrado, dejó estacionado un viejo Peugeot 504 que estaba
reparando para poder usar.
"Sonia está abatida. Siente culpa porque fue ella la que escuchó los ruidos y le
dijo a Juan que fuera a ver de que se trataba", recordó ayer Liliana, una familiar del muchacho.
"Eran las 5 de la mañana. Juan salió con una escoba a ver qué pasaba. Estaba oscuro porque la luz
de la calle estaba quemada. Se acercó al Peugeot y vio que adentro había un tipo, lo tironeó para
sacarlo y le pegaron un facazo en el abdomen", explicó Isabel, una prima de Juan.
"Yo estaba durmiendo y escuché que el muchacho gritaba: «Sonia, traeme el arma»,
pero no tenían armas. Lo hizo para asustarlos", relató una vecina. Luego todo fue desesperación.
Los vecinos llamaron a la policía y a la ambulancia. Juan fue llevado al hospital Provincial,
soportó dos cirugías y a primera hora de ayer murió llevándose el recuerdo de haber habitado por
sólo 12 horas la casa propia.