Cristian David Ocampo fue baleado en la puerta de la casa de su cuñada de Conscripto Bernardi al 6700, casi un pasaje que se pierde entre las tiras del Fonavi del barrio Magnano cuando marca límites imprecisos con el barrio de la Carne. Fue sobre las 16.30 del domingo cuando la víctima, de 43 años, salía de la vivienda y tres hombres —uno de ellos muy joven— pasaron caminando y le dispararon. Ocampo terminó tirado casi en la puerta de la propiedad y un vecino lo llevó al Hospital Roque Sáenz Peña donde se le diagnosticó una herida de arma de fuego de abdomen y otra en el cráneo. Por la gravedad de las lesiones fue trasladado al Hospital de Emergencias Clemente Alvarez (Heca) donde falleció pasadas las 5 del lunes. En el lugar se encontraron vainas servidas de distinto calibre.
Apodado “Correntino”, el hombre asesinado tenía su domicilio en la localidad Oliveros, puntualmente a la altura del kilómetro 300 de la ruta 11. Según una versión que corría ayer por el barrio Magnano, el muchacho se había ido de la casa de su familia hace unos años por que, según recordaban vecinos, había quedado marcado por la muerte de un familiar de Marcelo Berlari hace unos años.
Berlari era un verdulero de 49 años asesinado en enero de 2020 en un feroz ataque a tiros contra su familia en el que también falleció su nuera Antonela Albornoz, de 22 años, y resultaron heridas al menos otras tres personas. Por ese doble crimen un hombre aceptó una condena a 17 años en un juicio abreviado.
Sin embargo los vecinos que refirieron “una venganza” de familiares del verdulero no se referían al doble homicidio sino a otro episodio ocurrido unos años antes del que no aportaron detalles. En ese marco, diversos testigos refirieron la posible participación de un chico de 14 años.
Con remate
Conscripto Bernardi al 6700 es una calle con pocas viviendas y sin asfalto. Tiene salida por las dos calles adyacentes y otra fuga se puede dar por entre medio de los pasillos del Fonavi. En este caso, según contaron testigos, los tres agresores —uno de ellos muy joven— no se mostraron muy urgidos de correr. Llegaron hasta la puerta de la casa del Correntino y sin decir más lo balearon. Un tiro de remate fue a la cabeza.
Algunos vecinos habrían reconocido a uno de los asesinos. Prefirieron no dar el nombre, aunque sí arriesgaron la edad: “Es un pibe de 14 años”. La muerte del Correntino la ligaron directamente al homicidio de un pariente de Berlari: “Se la tenían jurada y cuando supieron que estaba acá lo fueron a buscar”, dijo un vecino.
Ocampo, un hombre muy conocido en el barrio Magnano, tenía antecedentes delictivos pero no presentaba impedimentos legales activos, ni orden de captura ni nada por el estilo.
En la tarde del lunes la familia Ocampo no estaba en la casa y los pocos vecinos que hablaron con La Capital comentaron que se encontraban realizando los trámites para la entrega del cuerpo y recordaron que hacía “por lo menos cinco años que el Correntino se había ido del barrio”.