El rosarino Lisandro Zeno estaba con su novia Sofía dentro de la habitación del Hospital Austral de Buenos Aires, cuando recibió el llamado telefónico de un médico que le contó la noticia. El miércoles apareció el donante brasileño que tanto buscaba y la novedad iluminó aún más su alma, su férrea esperanza, y permitió un abrazo sentido, muy largo, infinito. Es que hacía tres semanas que el Incucai estaba buscando a ese dador y se había desatado un intenso operativo, ya que los datos que estaban en el registro no sirvieron para dar con el donante más compatible con Lichu. Finalmente, esa situación de tensión se descomprimió con la aparición de este brasileño. Y el clima de enorme felicidad, gratitud, y optimismo se potenció cuando este joven rugbier al mismo tiempo se enteró de que hubo un contacto con un alemán, que también exhibe un altísimo porcentaje de compatibilidad. En estos días, ambos se están realizando los exámenes correspondientes para decidir cuál de los dos se transformará en el donante que lo ayudará a luchar contra su cuadro de leucemia y, si todo continúa con este inspirador viento favorable, el trasplante de médula ósea se realizaría a fines de agosto, o en la primera semana de septiembre en Buenos Aires.
La alegría es total en el entorno de este estudiante de medicina, de 25 años, que juega en la primera división de Jockey Club. Y los profesionales que llevan adelante su situación entienden que es el momento indicado para llegar al trasplante. Por eso, lo más probable es que Lichu regrese a Rosario un par de días antes de la intervención para compartir con su familia y amigos este pasaje tan alentador, y también para que se prepare psicológicamente. “Lichu tiene una fuerza enorme, y él es el que nos ayuda a nosotros a prepararnos para esto”, comenta siempre con orgullo Lelio, su hermano.
La llegada a esta chance de donación tuvo una particularidad. Fue Lisandro el primero que asumió su enfermedad y levantó las banderas de concientización alrededor de la importancia de donar médula. Aún sin saber qué suerte le tocaría, trató desde un primer momento de utilizar su ímpetu inclaudicable para promover y difundir la posibilidad de salvar vidas a través de las donaciones.
Hasta Messi. La familia, la novia, los amigos de la facultad, del club, de la organziación Rosario Solidaria, de toda la ciudad, comenzaron a incorporar la nobleza de esta postura y se comprometieron a replicar ese mensaje de vida. Queda claro que con su valentía, Lichu se ganó el cariño y el respeto de todo el mundo.
Por eso, sus amigos se pelaron cuando le tocó comenzar con las sesiones de quimioterapia, por eso realizaron una colecta grupal de sangre para honrar el Día del Amigo. Por eso llevan a todos lados la bandera con la inscripción “No pasa nada maestro”, usando la frase que él suele transmitir a los suyos ante situaciones adversas.
También por eso se ocupa de hacer trascender frases como “Doná médula”, o “Compartí vida”, cada vez que encuentra algún camino para poder difundir esta conducta de vida que adoptó y que no abandonará jamás.
Por eso, está promoviendo una colecta externa de sangre por semana, y también quiere posicionar a la ciudad de Rosario como la comunidad donante más importante del país.
Por eso, reconocidas personalidades se contagiaron de su espíritu. Y hasta el Papa Francisco le envió una bendición en un video que recorrió el mundo a través de internet. También se sumaron a esta emocionante campaña el Chelito Delgado, el Tata Martino, Lucas Bernardi, Kun Agüero, Angel Di María, Nicolás Vázquez, Rocío Guirao Díaz, José María Listorti, entre otros muchos que arrimaron ondas positivas.
Otro envión que ayudó muchísimo fue el pedido que elevó el propio Lionel Messi a través de Facebook e Instagram. Celina, una colaboradora de Rosario Solidaria pudo dar con el suegro de Leo, luego con la hermana de Antonella Roccuzzo (la esposa), quienes le hicieron llegar la inquietud al crack del Barcelona, que no dudó en sumarse a la cruzada junto a la Fundación Messi.
Esa generosa solicitud, que también escribió en portugués para poder llegar más rápido al donante, provocó una reproducción increíble en todas las redes sociales. Tuvo un impacto extraordinario, algunos creen que determinante.
Así, con buen semblante, rodeado de afecto, guiños positivos, y con un largo abrazo que tutela su sendero, Lisandro comienza a encarar la recta final hacia el trasplante. Ya dio sobradas muestras de que le sobra coraje para afrontarla.