La decisión adoptada el jueves por la Legislatura provincial de darle luz verde al descanso dominical de los mercantiles deja ahora en manos de los diferentes municipios que su aplicación se haga efectiva.
La decisión adoptada el jueves por la Legislatura provincial de darle luz verde al descanso dominical de los mercantiles deja ahora en manos de los diferentes municipios que su aplicación se haga efectiva.
La transformación en ley por parte de la Cámara de Diputados del descanso dominical parece haber sido apenas el primer capítulo de una saga legal que continuará con la promulgación del Poder Ejecutivo —tal como se comprometió el gobernador Bonfatti— y su posterior homologación o no por parte de los Concejos Deliberantes mediante una ordenanza. Así lo establece el texto que por 31 votos a 1 y con 17 ausencias en el recinto votó la Cámara baja —mientras el edificio de la Legislatura era apedreado y decorado a huevazos por manifestantes que la firma Coto trasladó incluso desde Buenos Aires— al aceptar las modificaciones introducidas por el Senado.
Fue en un trámite sumarísimo que obvió el paso por las comisiones parlamentarias. Paradojas de la política: el tratamiento exprés que los diputados le imprimieron a la iniciativa sin modificarle una coma al texto que habían consensuado los senadores, fue motorizada por la extemporánea decisión empresarial de suspender a más de cien trabajadores por los supuestos perjuicios que le ocasionaría la sanción de ley.
Los legisladores interpretaron la movida empresarial como una apretada inaceptable y estrecharon filas. Ingresaron anteayer y votaron sobre tablas en un mismo acto un proyecto que no era el propio y que, de no haber mediado el diferendo laboral, seguramente habría merecido algún análisis en las comisiones de la Cámara baja a menos de un mes de la expiración del período ordinario de sesiones.
Sólo el diputado peronista Mario Lacava insistió con su voto con la versión que había despachado Diputados sin los sustanciales retoques que el Senado le introdujo un año después. “Las modificaciones que introdujo el Senado no constituyen una propuesta superadora del que habíamos votado inicialmente en octubre del año pasado”, argumentó Lacava.
Para el legislador del PJ “dejar supeditado a los Concejos municipales la aplicación práctica del descanso dominical preanuncia que la ley tendrá muchas dificultades en su aplicación”.
En rigor la mayoritaria aprobación de la inciativa no disimuló los flancos que el texto legal le serviría en bandeja a sus detractores. De hecho Coto anunció que intentará frenarla en la justicia.
También legisladores que fundamentaron en el recinto la aprobación de la ley, como el radical Julián Galdeano, reconocieron que la norma avanzaría sobre cuestiones de fondo —como los horarios de funcionamiento de los locales comerciales— que por imperio constitucional son facultad del Congreso Nacional e impropias de una Legislatura provincial.
“Entre la nada y la ley, optamos por la ley para garantizar a los trabajadores el derecho a descansar los domingos”, reconoció el diputado kirchnerista Dario Mascioli que tildó de “jugarreta” la modificación del Senado que delega a los municipios la decisión final para que se aplique o no la norma en cada distrito.
Todos estos reparos no constituyeron obstáculo para que en el recinto de la Cámara baja también se escucharan voces que defendieron las potestades institucionales del cuerpo y se repudiaran las suspensiones dispuestas por Coto mediante la aprobación de una declaración del Bloque Socialista.
“Coto ha decidido poner en jaque a la Legislatura pero lo más perverso que hizo fue poner a los trabajadores en contra de los trabajadores”, disparó el legislador del Movimiento Evita. Eduardo Toniolli. Su colega Mariana Robustelli dijo que “la extorsión de la empresa aceleró la aprobación del proyecto”.