Efectivamente, el gobierno nacional llegó justo a tiempo, como el famoso programa de la TV, con los $ 350 de aumento que le dieron a los empobrecidos, discriminados y vapuleados jubilados nacionales durante este mes de diciembre. Es de esperar que esta escasa ayuda, lejos de ser una solución, quede definitivamente incorporada en los magros haberes para cumplir con los informes oficiales que sostienen que ningún argentino puede cobrar menos de $ 1.440, y menos un mayor de 65 años. Es de esperar que tanto a las autoridades de Ansés como al gobierno nacional no se les ocurra descontar en lo sucesivo tan preciada suma para los cinco millones de carenciados, que toda una vida fueron el orgullo de esta querida patria y en la mayoría de los casos dan una lección de dignidad y honestidad a todos los políticos que hablan de transparencia y de volver a la cultura del trabajo.