Jerusalén. — El nuevo ministro de Relaciones Exteriores israelí enfureció a
palestinos y levantó la posibilidad de tensiones con Washington, al decir ayer que Israel no está
atado a un acuerdo para iniciar negociaciones sobre el establecimiento de un Estado palestino. En
su primer día en la Cancillería el derechista Avigdor Lieberman dijo que la declaración de
Annapolis de 2007, mediada por Estados Unidos, “no tiene validez”, confirmando un
cambio en la postura hacia los palestinos bajo el gobierno del premier Benjamin Netanyahu.
Lieberman, un inmigrante soviético acusado de racismo por varios árabes,
afirmó que sin embargo Israel sí está obligado a seguir la “hoja de ruta” trazada en
2003 como una forma de conseguir la paz y que contó también con el aval de Estados Unidos. Ese plan
obliga a líderes palestinos a frenar los ataques a Israel antes de cualquier negociación para la
conformación final de un Estado.
Lieberman estaba confirmando que el nuevo gobierno de Netanyahu se había
retirado del compromiso alcanzado por sus predecesores sobre negociaciones fronterizas y temas como
el status de Jerusalén. Eso podría retrasar las negociaciones para la creación de un Estado. Con la
Franja de Gaza bajo el gobierno de los islamistas de Hamas, muchos dudan de que líderes palestinos
de Cisjordania, apoyados por Occidente, puedan cumplir pronto con las condiciones de seguridad de
dichos diálogos. Un portavoz del presidente Mahmoud Abbas expresó que el comentario amenaza la
estabilidad regional e instó a Estados Unidos a manifestarse y a dejar en claro su posición.