"Viví la vida, todo en un solo lugar", reza el eslogan de nuestro monumental casino City Center. Sin duda alguna esta gigante sala de juego es una atracción turística para muchas personas de pueblos, ciudades aledañas, provincias y extranjeros. Y ha dado la posibilidad de trabajo a muchos como croupier, vigilancia, limpieza y empleados del hotel, y a los taxistas, como yo, chofer de turno nocturno, que esperamos todas las noches hasta el cierre del salón por un lindo viajecito que nos lleve lejos aprovechando la ubicación geográfica del casino. Pero quiero referirme a una cara que tal vez muchos rosarinos desconozcan, la influencia negativa que ha traído para muchos ciudadanos la apertura de esta sala de juego para unos pocos "salón de la salvación económica", pero para muchos la perdición. Y traigo a la memoria las más increíbles historias que me han contado mis pasajeros en ese viaje de regreso a su casa, haciendo su catarsis posjuego después de haber perdido todo. Recuerdo un señor muy contento que una noche había ganado 5.000 pesos en una maquinita, pero que en el trayecto del viaje me cuenta que su casa y su auto estaban embargados, y a punto de perder su familia por el juego. O esas señoras que no veían la hora de cobrar su plan jefes para jugarlo. Ese matrimonio que había dejado a sus tres hijitos pequeños durmiendo solos en su casa, mientras ellos a la madrugada aprovechaban a jugar su suerte. O ese marido que había dejado a su esposa en el casino mientras él, sin que ella supiera, me pedía que lo lleve al cajero más próximo para sacar hasta el último peso que le quedaba, o esas pasajeras que al llegar a destino en el viaje me dicen "esperá que busco para pagarte el viaje porque el casino me sacó todo". O la tan común frase de muchos diciendo "por qué no me fui antes, iba ganando y al final perdí todo", y podría escribir un libro con estas historias de terror. Las estadísticas dicen que los casinos han empobrecido a las ciudades más que enriquecerlas. Yo veo que muchos rosarinos, más que vivirla y disfrutar una noche, están dejando la vida.