Lauren Hill, la joven adolescente estadounidense que conmovió a medio mundo con su deseo de debutar en la liga universitaria con su equipo, falleció ayer víctima de una rara dolencia a los 19 años.
Lauren Hill, la joven adolescente estadounidense que conmovió a medio mundo con su deseo de debutar en la liga universitaria con su equipo, falleció ayer víctima de una rara dolencia a los 19 años.
Por más de un año Hill se dedicó a viajar con su familia por todo Estados Unidos, promocionando la lucha contra el cáncer y disfrutando de cada momento al máximo. Recaudó casi tres millones de dólares para investigación médica.
Lauren pudo debutar con el equipo de Mount St. Joseph, su universidad, que le permitió jugar unos minutos en un partido ante Hiram. Una fiesta emotiva tras la que la jugadora se despidió entre lágrimas de sus compañeras. “Ha sido el mejor día de mi vida. Gracias. No sé qué más decir, gracias”, señaló entonces. Apenas dos canastas en ese partido benéfico sirvieron de lección, inspiración y motivación para miles de personas. La joven dejó un mensaje para el futuro: “No quiero que nadie diga que he perdido ni que me rendí”, declaró el pasado diciembre.
Hill padecía de un raro cáncer cerebral, un glioma pontino intrínseco difuso, poco conocido, hasta que supo de su caso.
Su campaña de concientización para la enfermedad recaudó casi tres millones de dólares. “Lauren inspiró a todo el país y nosotros siempre estaremos agradecidos a quienes la ayudaron a conseguir su sueño”, aseguró su familia.
El 2 de noviembre último Hill cumplió su sueño de jugar un partido en la liga universitaria en Xavier University. La animaba una grada de más de 10.000 personas que siguieron sus pasos sobre la cancha. La jugadora encestó la primera y la última canasta de su equipo. Hill jugaría otros cuatro partidos más con su equipo de Cincinatti antes de retirarse.
Lauren, diagnosticada poco después de cumplir los 18 años, utilizó sus sueños en el mundo del baloncesto para crear una campaña que buscara la cura de su tumor, habitual en niños entre 4 y 9 años.
“Cuando me diagnosticaron me sentí sola porque parecía que nadie me entendía y siento que ahora hay más gente que conoce la enfermedad”, aseguró en una entrevista. “Me siento feliz de que tanta gente se haya enterado, de que podamos hacer más investigaciones y de que, ojalá, podamos encontrar una cura”.
Hill recaudó 40.000 dólares con un solo partido de baloncesto.
De momento, The Cure Starts Now, la organización con la que colaboró, va a celebrar una gala la semana que viene en la que continuarán la labor iniciada por Lauren. Su inspiración, como sus dos canastas, permanecen. Recibió la ayuda de famosos desde Katy Perry a LeBron James, del secretario de Estado de Educación Arne Duncan al quarterback Andy Dalton.
Lauren falleció ayer a la mañana en el Children’s Hospital de Cincinnati. “Dios tiene un nuevo plan de juego para ella. Su luz seguirá brillando en todos nosotros y en sus seguidores en todo el mundo. Ella nos enseñó que cada día es una bendición y cada momento es un regalo”, comentaba el presidente de Mount St Joseph, Tony Aretz.
Hill, que había sido nombrada doctor honoris causa del centro de estudios, se mostraba orgullosa días atrás de haber dedicado sus últimos instantes a su Fundación: “No hay nada que pueda hacer con mi enfermedad así que prefiero intentar pensar en los niños y ser su voz”, aseguró.