Escribo por este medio para relatar la indignación que me produjo el sistema en el cual se manejan los colegios con los inscripciones. Luego de estar parada haciendo cola durante tres horas, desde las 6 de la mañana, con el frío, en la puerta del colegio Sagrado Corazón de Villa Gobernador Gálvez, junto a un montón de personas más, que tan sólo buscamos un lugar para la educación de nuestros hijos, sale una representante de dicha institución para decirnos que no hay lugar más que para 10 personas de las cuales cinco quedarán en lista de espera. Mientras tanto, el resto de los padres que estábamos esperando, luego de tantas horas, nos tuvimos que retirar sin poder anotar a nuestro hijo. Esto sucede en cada una de las escuelas privadas, cada año, ya que siempre tienen prioridad los hermanos de los alumnos y familiares de los empleados de la institución, mientras que los que no tenemos ningún familiar en el colegio no tenemos el derecho a poder elegir la institución que queremos que eduque a nuestros hijos. Simplemente espero que esto se pueda modificar en el sistema de inscripción en las instituciones educativas.