La producción audiovisual, las artes escénicas, el diseño industrial y textil, editorial, la música y los videojuegos son industrias culturales en franco proceso de crecimiento que buscan abrir nuevas oportunidades de negocios en todo el país. Este sector, que anualmente mueve unos 44 mil millones de pesos (3,5 por ciento del PBI nacional) cuenta con un apoyo oficial, pero el desafío es dar el salto y explorar el terreno de la sustentabilidad. Una meta que se puede lograr porque existe una importante demanda tanto nacional como internacional.
El último informe de coyuntura generado por el Sistema de Información Cultura de la Argentina (Sica) indica que durante el año 2010 el PBI cultural atravesó su sexto año consecutivo de expansión, con una tasa de crecimiento interanual del 8,2 por ciento, manteniendo una evolución similar a la del año anterior. Este incremento se da en el marco de la fuerte recuperación de la actividad en el país luego de la desaceleración observada a lo largo de 2009. Según estos datos, el sector representa el 3,47 por ciento del PBI nacional, lo cual representa unos 44.066 millones de pesos a valores corrientes.
El estudio remarca que la cultura evoluciona en niveles similares a los del conjunto de la economía, ya que ambos indicadores presentan tasas de crecimiento de entre 8 y 9 puntos. En suma, la participación de la cultura se mantiene estable en un PBI que se expande a tasas muy importantes.
Durante una charla que se realizó en el Espacio Santafesino de la Sala Lavardén para presentar en Rosario el PreMica Región Centro —un evento que concentrará a empresas y productores culturales de distintos sectores con el fin de generar negocios, intercambiar información y presentar las producciones regionales del centro argentino a importantes referentes nacionales e internacionales— se expusieron casos de éxito de empresas vinculadas a las industrias culturales y se habló de las expectativas del sector.
Andrés Rossi, vicepresidente de la Asociación de Desarrolladores de Videojuegos de la Argentina y director de la empresa Sismogames de Rafaela, planteó una discusión podría decirse filosófica y se preguntó ¿cultura vs. industria cultural? En ese sentido, destacó la importancia de la sustentabilidad. "Tenemos que abandonar las dicotomías, las películas pochocleras son las que generan ingresos para subsidiar la cultura, en general no llegamos a darnos cuenta de eso, tenemos que entender que tenemos que tener un desarrollo sustentable, que podamos vivir de esto y trabajar. Eso requiere abrir la cabeza. Cultura sí, industrias culturales también, tienen que convivir y retroalimentarse. Los argentinos no tenemos gran experiencia empresaria porque una nueva crisis elimina esa experiencia pero tenemos que poder hacer que la industria cultural crezca y la cultura también. Con la cultura se puede hacer negocios y eso no es malo", subrayó en un intento por amigar la cultura con el mundo empresarial y desterrar viejos mitos.
Respecto al sector que representa, Rossi señaló que as perspectivas para la industria local del videojuego son más que alentadoras. "La industria crece, se suma mucha gente que no estaba como consumidores de videojuegos, desde la Wi se sumaron personas mayores de edad y con los nuevos teléfonos tuch explotaron juegos como el Angry Birds. Se está dando una concentración en algunos segmentos de la industria, donde las grandes empresas empiezan a ocupar cada vez más espacio pero eso es cíclico, el hecho de que tengamos una visión estratégica en Argentina hará que siempre haya una oportunidad, más allá de la coyuntura económica", precisó.
El titular de Sismogames contó que en la provincia se concretaron pasos muy importantes, a través del trabajo en la secretaría de Base Tecnológica. "Seis empresas santafesinas viajaron a la Conferences Company y a la Game Conexion que se hacen en forma simultánea en San Francisco y se pudo ver todo el trabajo de potenciación de las empresas locales, de una industria que se mueve muy rápido", contó.
El referente de la industria del videojuego a nivel nacional y provincial indicó que "en un momento de transición económico está claro que la diferenciación va a ser a través del producto". En ese sentido remarcó que hay que apostar a un producto donde el argentino pueda plasmar su capacidad, ya que ahí está la oportunidad.
Por la coyuntura internacional, Rossi señaló que "se hace más complejo concretar operaciones, ventas o acuerdos" pero advirtió que "la versatilidad de los argentinos y no tener empresas tan grandes permite analizar opciones".
Durante el evento organizado en forma conjunta por el Ministerio de Innovación y Cultura de Santa Fe y el ministerio de Cultura de la Nación que contó con la participación de más de 200 rosarinos vinculados a las industrias culturales, la perspectiva de la industria audiovisual estuvo a cargo de Guillermo Rossi, productor asociado de Cinema 7, una productora de documentales que trabaja a nivel nacional e internacional.
A modo de reconto recordó que desde 2004 cuando se sanciona la ley de fomento del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Inca), el único financista de cine y documentales era el instituto pero desde el lanzamiento de la norma de televisión digital terrestre y la nueva ley de medios comenzaron nuevos canales de TV y planes de fomento ligados a federalizar la producción que antes estaba más centralizada en productores de Buenos Aires. En cambio, ahora empezó a haber mucha más producción de contenido. "Hoy hay un florecimiento enorme, es exponencial, y en muy poco tiempo", subrayó.
El referente de Cinema 7 explicó que a partir de estos cambios hay mucho dinero circulando federalmente y las provincias comenzaron a producir mucho más, como ocurrió en Santa Fe. "Ahora el desafío es cómo continuar adelante pensando en el tipo de contenido, en qué medio lo va a reproducir. Hasta ahora se financia para producir, a veces ese contenido es distribuido o no. Los PreMica son interesantes para que los productores sepan que más allá de los productores que conocen está la oportunidad de buscar financiamiento en otros países, y canales de distribución. Hay que pensar en audiencias, para comprender cuál es el público de cada televisora y como está segmentada", recomendó.
Saldada la posibilidad de producir, Rossi aconsejó que si existe la intención del Estado y los productores que ese contenido sea visto es importante pensar en audiencias. "El productor deja de pensar solamente en el contenido que quisiera hacer únicamente, es importante investigar como ese contenido es pensando más masivamente para un lenguaje televisivo, donde para los programadores se hace relevante los tres o cinco primeros minutos para que el televidente no cambie de canal. Es muy importante para dentro de la cabeza de quien produce, de pensar que no solamente es relevante producir para uno sino que cuando uno coproduce internacionalmente tiene que pensar que algunos contenidos o datos no van a ser comprendidos sino se los contextualiza", mencionó.
Las diseñadoras Silvia Querede y Noelí Gómez contaron su experiencia en Quier, una marca de indumentaria rosarina con diseño de autor. Las empresarias apostaron al desarrollo de una etiqueta que brinde a una prenda diferentes posibilidades, distintos usos y funciones en una misma pieza.
Querede contó que la participación en rondas de negocios internacionales derivaron en que un vestido que parecía internacionalizable podía ir más allá y tener mercado en un museo de Nueva York. "Hay gente en el exterior que nos mira con mucho interés", subrayó.