El Papa Francisco instó ayer a "derrotar el flagelo del hambre" y pidió "proteger a los indefensos, especialmente a los niños", en su mensaje pascual y la bendición "Urbi et orbi" en el Vaticano, que tuvo como eje la paz mundial.
El Papa Francisco instó ayer a "derrotar el flagelo del hambre" y pidió "proteger a los indefensos, especialmente a los niños", en su mensaje pascual y la bendición "Urbi et orbi" en el Vaticano, que tuvo como eje la paz mundial.
Ante unos 150 mil fieles que se acercaron a las inmediaciones de la Basílica de San Pedro, el pontífice llamó a "derrotar el flagelo del hambre, agravado por los conflictos y los inmensos derroches de los que a menudo somos cómplices".
"Haznos disponibles para proteger a los indefensos, especialmente a los niños, a las mujeres y a los ancianos, a veces sometidos a la explotación y al abandono", agregó en su segunda Semana Santa al frente de la Iglesia católica.
El Papa argentino, vestido con hábitos blancos y sin prendas del tradicional dorado, hizo un llamamiento a "que cesen todas las guerras, toda hostilidad pequeña o grande, antigua o reciente".
"Te suplicamos por la amada Siria: que cuantos sufren las consecuencias del conflicto puedan recibir la ayuda humanitaria necesaria; que las partes en causa dejen de usar la fuerza para sembrar muerte, y tengan la audacia de negociar la paz", añadió.
El pontífice, en un mensaje de fuerte contenido social, también recordó la epidemia de ébola en Guinea, Sierra Leona y Liberia, además de instar al cese de los conflictos armados en la República Centroafricana, Irak, Nigeria y Sudán del Sur.
Asimismo, Jorge Bergoglio pidió a "Jesús glorioso" que "sostenga las esperanzas que suscitan la reanudación de las negociaciones entre israelíes y palestinos".
La bendición fue escuchada en vivo por una multitud en la plaza San Pedro, en un hermoso día soleado en el Vaticano, pero también fue seguida por millones de personas en todo el mundo por televisión o internet.
"El mensaje que los cristianos llevan al mundo es este: Jesús, el Amor encarnado, murió en la cruz por nuestros pecados, pero Dios Padre lo resucitó y lo ha constituido Señor de la vida y de la muerte", señaló sobre la celebración de las Pascuas.
"En Jesús, el Amor ha vencido al odio, la misericordia al pecado, el bien al mal, la verdad a la mentira, la vida a la muerte", manifestó. El mensaje cerró los ritos del Vaticano por las Pascuas que comenzaron el domingo pasado cuando el Papa presidió la misa del Domingo de Ramos, celebración en la que instó a los católicos a preguntarse si son traidores como Judas o si aman a Dios como José. Anteayer, ante miles de fieles y peregrinos que se congregaron en el Vaticano, el Papa presidió la Vigilia pascual previa al Domingo de Resurrección, ocasión en la que pidió volver a las raíces del cristianismo.
Un maratonista de 27 años ganó pero murió al ser premiado
Un joven de 27 años murió ayer al mediodía cuando recibía el premio tras ganar una maratón de 21 kilómetros que se desarrolló por las calles de la ciudad de Córdoba, informaron fuentes policiales y de la organización.
El muchacho, identificado como Ezequiel Ponce y con domicilio en el barrio Ituzaingó Anexo, se desplomó y murió en el momento en que era premiado, sin que los médicos que había en el lugar pudiesen hacer nada para salvarlo, informó Prado Eventos, la empresa que organizó la competencia junto a la comuna capitalina.
"Teníamos tres ambulancias. Una de ellas estaba en el lugar (en la zona de premiación). Pero los médicos no pudieron hacer nada. Según el doctor que atendió al chico, fue muerte súbita", explicó Jacinto Prado, director de la empresa.
Otros dos competidores también se descompensaron y debieron ser trasladados hasta un centro asistencial, donde estaban fuera de peligro. Prado dijo que eso "es algo normal, porque muchos se largan a correr sin estar debidamente preparados".
El empresario comentó que "algunos corredores se meten, sin número de inscripción ni habilitación, en el medio de la calle por donde se desarrolla el maratón. Es imposible controlarlos", sostuvo.