En dos meses, el estacionamiento medido se podrá abonar con la tarjeta sin contacto (TSC), el mismo plástico que se utiliza para cancelar los viajes del transporte urbano y el sistema de bicicletas públicas. Esta semana empezaron las pruebas del software instalado en los 154 parquímetros que hay en la ciudad, y a mediados de junio se habilitará al público. El automovilista deberá seleccionar el tiempo que permanecerá estacionado, con un máximo de tres horas, apretará el botón verde de la máquina, acercará el plástico a la lectora y recibirá el ticket para colocarlo dentro del auto.
El avance tecnológico podrá ser usado por los 40 mil automovilistas que diariamente estacionan sus vehículos en las 510 cuadras que tiene la zona concesionada, entre las calles Alvear, Cochabamba, Juan Manuel de Rosas y el río.
El pago con la TSC no eliminará las otras formas de cancelación de la tarifa del medido. Los automovilistas podrán seguir optando entre el abono mediante monedas, cospeles, la aplicación Móvil TR o parquímetros portátiles.
"Este es un paso significativo en la implementación de la tarjeta sin contacto, implicará mayor comodidad y agilidad para los miles de usuarios del estacionamiento medido. No cabe duda que tendrá gran recepción", pronosticó Pablo Seghezzo, secretario de Control y Convivencia Ciudadana.
El funcionario precisó que ya se encuentran instaladas las lectoras de la tarjeta sin contacto en la totalidad de los máquinas tickeadoras de la ciudad. "El lunes fue entregada la versión experimental del software desarrollado por la empresa Francesa Parkion (encargada del funcionamiento de los parquímetros) y esta semana se iniciaron las pruebas de laboratorio", agregó.
La fase experimental continuará "con las pruebas en el espacio público, para que una vez terminado el proceso de validación podamos implementarlo en todas los equipos de la ciudad", indicó Seghezzo para después estimar que "para mediados de junio el sistema ya estará funcionando".
La subsecretaria de la Movilidad y Seguridad Vial, Mónica Alvarado, apuntó que la cancelación del pago a través de la TSC "no llevará mucho tiempo al automovilista. En las pruebas piloto que se están haciendo no se han generado demoras".
La funcionaria explicó cómo será el procedimiento: "El automovilista debe seleccionar en la máquina el tiempo que va a permanecer estacionado, con un máximo que no puede superar las tres horas, presiona el botón verde, acerca la tarjeta al lector, que debita el monto de la tarjeta, espera la confirmación y se lleva el ticket para colocarlo en el auto".
Actualmente Rosario cuenta con 5.100 boxes de estacionamiento medido. Funciona de lunes a viernes, de 9 a 21, y los sábados de 9 a 14. La rotación promedio de cada uno de los boxes es cada 70 minutos y la ocupación oscila entre el 80 y el 100 por ciento, dependiendo la hora y el lugar.
"El sistema tarifado desincentiva la ocupación prolongada del espacio público más demandado de la ciudad, posibilitando que más vehículos puedan disponer de ese espacio. En las calles aledañas los tiempos de rotación son tres veces superiores al espacio medido, lo que implica que hay tres veces menos posibilidades de encontrar lugar", afirmó Alvarado.
La subsecretaria de Movilidad admitió que los usuarios de la TSC deberán tener "cierta carga" para cancelar la tarifa del estacionamiento. A diferencia del viaje en colectivo, que está en $5, la hora del medido cuesta $9,60 en las zonas A y B y en el microcentro, y $6,20 en calles aledañas.
El municipio lleva expendidas un millón 300 mil tarjetas sin contacto que se pueden recargar en 800 puntos en toda la ciudad. Además, se puede recargar desde cajeros automáticos de las redes Link y Banelco y en las plataformas de estas dos redes en internet (home banking). También se puede personalizar para no perder el saldo en caso de robo o extravío.