Socorristas en Río de Janeiro cavaban desesperadamente ayer entre el barro y los
escombros para tratar de encontrar a decenas de desaparecidos en inundaciones y deslaves que han
acabado con la vida de 140 personas en la segunda mayor ciudad de Brasil.
Las lluvias más intensas registradas en más de cuatro décadas en la zona, que
comenzaron el lunes, provocaron al menos 180 deslaves que destruyeron casuchas en favelas sobre
laderas de cerros, causaron la mayoría de muertes y dejaron 54 desaparecidos y unos 200
heridos.
La ciudad, famosa por sus playas y carnavales, volvía a la normalidad lentamente
ayer, pero volvió a llover ayer después de la tregua de la mañana y se preveían más precipitaciones
para hoy, aunque no tan intensas.
La cifra de fallecidos iba en aumento mientras equipos de rescate buscaban a
víctimas enterradas bajo torrentes de barro y escombros.
Entre lágrimas. Bomberos lucharon por horas para rescatar a un niño de ocho años
que pidió ayuda desde los escombros de una casa derrumbada en una favela de la ladera de un cerro,
pero cuando lograron acceder al lugar en el que estaba atrapado ya había fallecido. "Le prometí a
su padre que sacaría vivo al niño, pero no pude", dijo entre lágrimas el bombero Luis Carlos dos
Santos.
El alud en el área histórica de Santa Teresa, en Río, acabó con la vida de 17
personas.
El alcalde de Río de Janeiro, Eduardo Paes, pidió a la gente que vive en áreas
de alto riesgo que se mantuviera alejada de sus casas.
El servicio meteorológico del gobierno pronosticó que las lluvias continuarán
hasta pasado mañana, pese a que la nubosidad disminuyó y las lluvias habían cesado ayer al
mediodía.
Autoridades dijeron que al menos 10.000 casas siguen en riesgo de derrumbe. El
gobierno federal envió fuerzas de seguridad adicionales para ayudar en las operaciones de
rescate.
Preocupación. La inundación y el consecuente caos vial renovaron la atención sobre la pobre
infraestructura de Río en momentos en que se prepara para ser sede de la Copa Mundial del Fútbol
2014 y los Juegos Olímpicos de 2016.
El Comité Olímpico Internacional (COI) dijo que planeaba conversar con autoridades de Río de
Janeiro una vez que la situación se normalice para evaluar en qué forma el desastre podría afectar
a los preparativos para los Juegos.
“Seguimos confiados en que Río organizará Juegos de primera calidad en 2016”, afirmó
el COI.
Funcionarios del Cuerpo de Bomberos dijeron que 43 personas perdieron la vida en Río de Janeiro
y otras 60 fallecieron en la cercana ciudad de Niterói, mientras que el resto de las víctimas
fatales se registró en otras localidades del estado de Río de Janeiro.
En una favela de Niterói, residentes buscaban desesperadamente a sobrevivientes entre los
escombros de diez casas que quedaron destruidas en un deslave, informó la red Globo.
“Perdí a mi cuñada y a una sobrina, y mi sobrino y mi cuñado aún están
desaparecidos”, dijo a Globo el enfermero Samuel Franca, quien logró rescatar a su hermana de
los escombros el día anterior.
El tráfico volvía a fluir en casi todos los lugares de Río de Janeiro luego de quedar casi
paralizado anteayer, aunque el alcalde Paes instó a la población a posponer reuniones y evitar
desplazamientos innecesarios. Las escuelas permanecieron cerradas por segundo día.
“Desde el punto de vista de la movilidad, la situación es mejor que ayer”, dijo
Paes.
El intendente dijo anteayer que 1.200 personas habían quedado sin hogar y que 10.000 casas
seguían en riesgo, en su mayor parte en favelas donde vive alrededor de un quinto de la población
de Río, a menudo en precarias viviendas que son altamente vulnerables a la lluvia intensa.
Partes inundadas. Canales de televisión mostraron anteayer partes centrales de Río inundadas y
automóviles abandonados bajo el agua. Cerca de la playa de Copacabana, residentes que se dirigían a
su trabajo tuvieron que caminar con el agua hasta los tobillos.
En enero, al menos 76 personas perdieron la vida en inundaciones y deslaves en los estados de
Río de Janeiro, Sao Paulo y Minas Gerais, los más poblados de Brasil.
En aquella oportunidad, decenas de personas murieron en un deslave que afectó un centro
vacacional en una playa ubicada entre Río de Janeiro y la ciudad costera de Santos.
(Reuters)
Las peores. Las inundaciones de Río causaron más muertes que cualquier otro
incidente similar en el mundo en 2010.