Dieciséis personas continuaban internadas, cuatro de ellas de gravedad, a raíz de la explosión de un depósito de productos químicos en la ciudad de Córdoba, precisó ayer el director de Defensa Civil de la provincia, Hugo Garrido.
Dieciséis personas continuaban internadas, cuatro de ellas de gravedad, a raíz de la explosión de un depósito de productos químicos en la ciudad de Córdoba, precisó ayer el director de Defensa Civil de la provincia, Hugo Garrido.
El funcionario también indicó que esperan terminar en las próximas horas con las pericias para determinar las causas del estallido del depósito ocurrido el jueves a la noche, cuya onda expansiva provocó daños en viviendas ubicadas hasta 600 metros a la redonda.
De los cuatro heridos de gravedad, los que se encuentran en estado más delicado son María Angelina Cueto, de 64 años, y Pablo Amaya, de 15. La primera tenía múltiples fracturas por haber quedado debajo de piezas de mampostería e ingresó al hospital de Urgencias tras sufrir un paro cardíaco y recibir maniobras de reanimación por el servicio de emergencias 107. Pablo Amaya, en tanto, quedó internado con un hematoma subdural, consecuencia de un traumatismo de cráneo cuya causa se desconoce, además de trauma torácico y abdominal y una lesión intraabdominal con compromiso del aparato respiratorio.
Luego de la explosión ocurrida el jueves a las 20.40, tras un incendio en la fábrica ubicada en Avellaneda al 2900, en el barrio Alta Córdoba, el director de Defensa Civil también señaló que entre los dos heridos graves hay un policía y un bombero —que están fuera de peligro— quienes fueron afectados por la onda expansiva del estallido, al intentar ingresar al depósito en medio del incendio.
En cuanto a la situación de las viviendas afectadas por el estallido, Garrido puntualizó que se relevaron siete manzanas, con 500 casas, de las cuales, entre 14 y 16, están inhabitables por los riesgos de derrumbe.
“Los daños graves, con riesgo estructural, los tenemos en la propia manzana del depósito”, sostuvo Garrido en conversación con radio América, quien contó que “en la zona céntrica, que está a dos o dos kilómetros y medio del depósito, hubo reportes de roturas de vidrios”.
En el marco de la investigación, anteayer fue detenido el dueño de Raponi Industria Química SRL Sergio Raponi, luego de que la fiscal de la causa, Eve Flores, y peritos detectaron material químico inflamable no autorizado al realizar una inspección ocular del depósito siniestrado.
Por otra parte, la Municipalidad cordobesa planea clausurar el predio de la empresa Dioxitek, ubicado a dos cuadras de la fábrica que explotó, tras el vencimiento de las prórrogas otorgadas para que la compañía de la Comisión Nacional de Energía Atómica que procesa uranio para centrales nucleares siga con su actividad.
Tras la conmoción que generó la explosión y los reiterados reclamos de vecinos y ambientalistas, la gestión de Ramón Mestre anunció que mañana procederá a la clausura definitiva de la planta.