Medio millón de personas se manifestaron ayer contra el terrorismo en Barcelona tras los atentados yihadistas que la semana pasada mataron a 15 personas e hirieron a más de 130, en una marcha en la que se escucharon abucheos al rey Felipe VI y se vieron banderas independentistas catalanas. En la manifestación volvió a escucharse el grito "No tinc por" (No tengo miedo, en español), que surgió espontáneamente en la concentración celebrada un día después de los atentados para recordar a las víctimas. La marcha arrancó recorrió el céntrico Paseo de Gràcia hasta la Plaza de Catalunya, de donde partió el utilitario con la que el 17 de agosto se perpetró el atentado en la capital catalana. Según la Guardia Urbana de Barcelona, al acto acudieron unas 500.000 personas. "La mejor respuesta, la paz", "Soy musulmán, no soy terrorista" o "No a la islamofobia" fueron algunos de los lemas que podían leerse en los carteles que portaban los asistentes. "No me identifico con esta gente, condenamos el terrorismo, no tienen religión, son unos criminales", decía ante las cámaras de televisión una mujer musulmana que acudió a la manifestación con sus hijos.
La cabecera estuvo formada por 75 representantes de los cuerpos de emergencias y las fuerzas de seguridad locales, regionales (Mossos d'Esquadra) y nacionales, personal sanitario, miembros de la comunidad musulmana, entidades vecinales, taxistas y comerciantes, entre otros.
A la marcha asistieron las autoridades catalanas y de Barcelona, el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, y casi todos sus ministros, así como los líderes de los principales partidos de la oposición y los presidentes de todos los gobiernos regionales de España. También participó, en un gesto inédito, el rey Felipe VI, ya que es la primera ocasión en que un monarca español en activo concurre a una marcha de estas características.
El rey fue recibido con un abucheo a su llegada al lugar y las rechiflas se repitieron en varias ocasiones a lo largo del recorrido. Entre las pancartas de la manifestación podía leerse: "Felipe, quien quiere la paz no trafica con armas", "Queremos paz, no venta de armas" o "Mariano, queremos paz, no vender armas", en referencia al monarca y al jefe del Gobierno. Además se vieron banderas independentistas catalanas o "esteladas", en un momento en que el gobierno regional de Cataluña impulsa un referéndum secesionista que rechaza el Ejecutivo central.
Hubo también banderas españolas y una pancarta con el lema "España contra el terrorismo. ¡Gracias Majestad!". Ya acabada la manifestación se vivieron momentos de tensión entre quienes defendían unos y otros lemas, a los que mantuvo alejados la policía catalana.
La presencia de Felipe VI en la marcha ya había levantado polémica los últimos días. Una diputada del partido independentista y antisistema CUP criticó que el rey acudiese a Barcelona tras lo atentados "y a la vez, financie el terrorismo", por lo que consideró relaciones de amistad y económicas con Qatar y los Emiratos Arabes. "Yo creo que la unidad es una unidad contra el terrorismo. Respecto a los que lo quieran utilizarlo para hacer campaña por el independentismo, creo que las familias de las víctimas lo lamentarían mucho", afirmó la política del gobernante Partido Popular (PP) Andrea Levy.
Para el líder del partido liberal Ciudadanos, Albert Rivera, "hubo un intento bastante obvio por parte de los separatistas y del gobierno de Barcelona" de politizar la marcha. Desde el partido izquierdista Podemos, su líder, Pablo Iglesias, defendió sin embargo la libertad de expresión y coincidió con los manifestantes que criticaban las relaciones económicas de España con países como Arabia SaudIta. En la Plaza de Catalunya, los asistentes fueron recibidos por un enorme letrero con la palabra "Barcelona" —con la "l" formando un lazo negro- y el lema "No tengo miedo" en varios idiomas.
El acto finalizó con la lectura de poemas y de un mensaje leído por la actriz catalana Rosa María Sardá y la joven portavoz musulmana Míriam Hatibi. "Si su ideología es la muerte, la nuestra es una apuesta decidida por la vida", afirmaron. "No conseguirán dividirnos, porque no estamos solos, somos muchos millones de personas los que defendemos la convivencia en Mánchester, Nairobi, Berlín, Bagdad (...)", advirtió Sardá.