Colombia vivió ayer su primer día sin García Márquez, su gran orgullo nacional desde que en 1982 alcanzó la gloria literaria con la obtención del premio Nobel.
Colombia vivió ayer su primer día sin García Márquez, su gran orgullo nacional desde que en 1982 alcanzó la gloria literaria con la obtención del premio Nobel.
En Bogotá los diarios lanzaron ediciones especiales, entre ellos El Espectador, que en su portada calificó de “Inmortal” a su antiguo reportero. La redacción de El Espectador, donde García Márquez desarrolló la mayor parte de su carrera como periodista tras haber debutado en los años 1950, escribió: “Adiós al colombiano universal”.
“¡Gabo, inmortal!”, tituló el diario El Tiempo, para el cual el adiós a García Márquez es la bienvenida a un mito universal.
En la localidad caribeña de Aracataca, donde Gabriel García Márquez nació el 6 de marzo de 1927, se desató desde temprano una romería popular espontánea en homenaje al más ilustre de sus hijos.
El polvoriento municipio que inspiró al escritor para la creación del universo literario de Macondo, vio ayer la aparición de varios cantores populares que entonaron letras alusivas a los textos de “Cien años de soledad”, interpretadas en clave de la música del Caribe.
“La gente con la noticia se vino de inmediato. Empezaron a colocar velas, algunos prestaron sus cuadros y los pusieron en la fachada. Decretamos cinco días de duelo con el alcalde y queremos hacer unas exequias simbólicas”, dijo Rubiela Reyes, guía de la Casa Museo del escritor.
Una corona de flores amarillas —su amuleto de la suerte— también fue colocada frente a la casa del hijo del telegrafista.
El alcalde de Aracataca, Tufith Hatum, dijo: “Sería un honor para nosotros como cataqueros tener las cenizas del escritor”.
Hatum dijo que en ese pueblo del departamento de Magdalena, a unos 670 kilómetros de Bogotá, se realizará el lunes un funeral simbólico de forma simultánea con el homenaje que se efectuará en Ciudad de México.
Plinio Apuleyo Mendoza, uno de los amigos de Gabo y también escritor, explicó la aparente indiferencia: el escritor visitó muy poco el pueblo, la última vez hace siete años. “La gente se siente un poco distante de él”, dijo Mendoza. García Márquez salió de Aracataca a los ocho años, según narró en sus memorias “Vivir para contarla”.
La localidad, de 45.000 habitantes, carece de agua potable de forma permanente porque distintos proyectos por renovar un viejo acueducto se han retrasado. Actualmente, 70 por ciento de las 38 barriadas ya recibe el líquido.
“Antes de él no existíamos ni en el mapa de Colombia”, dijo al diario El Tiempo el exalcalde de Aracataca Pedro Sánchez Rueda.