Soy dueño de un Renault Clio 2005, el cual empezó con un problema mecánico en el arranque. Con esta falla concurro a un servicio mecánico automotor de Santiago al 1600, el cual figura en el manual de mi vehículo como service oficial Renault en Rosario. Luego de examinarlo me diagnosticaron que la falla era en el motor de arranque. Después de tenerlo un día en el taller adujeron haber reparado dicho motor de arranque, por el cual abone 1.028 pesos como consta en la factura que tengo en mi poder. Comprobé que el auto seguía con la misma falla inicial, por lo que concurrí en dos oportunidades sin encontrar la solución. Al ir por tercera vez me dicen que tenían que cambiar el motor de arranque reparado por uno nuevo, por lo que tenía que abonar 1.000 pesos más. Dada esta situación, concurro a otro taller de electricidad del automotor, el cual me reservo la identidad, donde me reparan las partes del motor de arranque que nunca habían sido tocadas, encontrando la solución mecánica de mi vehículo y por lo que abone 450 pesos como consta en la factura que también tengo en mi poder. Con este problema me dirijo a la oficina municipal del consumidor, a la cual felicito y agradezco, porque mediante su rápida y eficaz intervención ante el mencionado taller mecánico logró la devolución completa del dinero abonado. El objeto fundamental de esta carta es para que otras personas que concurren al mencionado taller mecánico con problemas en sus vehículos no sufran los contratiempos, malos diagnósticos técnicos y las no soluciones mecánicas como me ocurrió a mí.