Vicentin anunció ayer que reunió el aval de la mayoría de las personas acreedoras a la propuesta de pago que presentó en el marco del concurso preventivo de acreedores. De todos modos, le queda todavía un muy largo trecho para alcanzar el 66,6% de los votos del capital adeudado, que es el número clave para evitar la quiebra o el cram down.
A través de un comunicado, la cerealera que declaró el default por u$s 1.400 millones, informó ayer que logró la aceptación de más de 811 acreedores verificados en el procedimiento concursal, sobre un total de 1.620.
“Este número supera el 50 % + 1 de cápitas establecido en la ley de concursos y quiebras”, señaló la compañía en el comunicado.
Para la compañía, es una muestra de que la propuesta pudo “satisfacer las expectativas de la mayoría de los acreedores, sean ellos granarios, comerciales o financieros”. Confía, además, en que seguirán sumándose adhesiones en las próximas semanas.
Mientras tanto, reconoció la compañía, seguirá buscando “conformidades del sector financiero” para alcanzar las aprobaciones necesarias para cumplimentar la segunda mayoría requerida en el proceso concursal, del 66,66% del capital verificado.
La propuesta de Vicentin incluye el pago inicial de u$s 30 mil (u$s 35,8 millones) para todos los acreedores en julio 2022 o cuando quede firme una eventual homologación, un segundo pago de u$s 34,2 millones a los cinco días, un tercer pago de u$s 127 millones al año y un cuarto pago de u$s 165 millones a los 12 años.
Además, los actuales accionistas cederían el 95% del capital accionario a un fideicomiso, al cual también se integrarían los saldos no cobrados por los acreedores. El programa contempla la venta de activos, como las acciones que le quedan a la cerealera en Renova. La oferta está asociada a un plan de reactivación liderado por los “interesados estratégicos” en participar del negocio, actualmente ACA y Viterra.
En su momento, el presidente del Banco Nación, Eduardo Hecker, afirmó ayer que la oferta que realizó Vicentin a los acreedores es “inaceptable” para la entidad, que es el principal acreedor de la agroexportadora, por unos u$s 300 millones. “No nos gusta la oferta, es inaceptable para el Banco Nación, es una oferta de una quita de 80%”, sentenció durante la inauguración del stand del BNA en la Expoagro 2022.
Semanas atrás, el juez Fabián Lorenzini decidió extender hasta el próximo 30 de junio los plazos otorgados a la agroexportadora para que permita evitar la quiebra.
Pero al mismo tiempo abrió el juego a que se presenten alternativas en el marco de un eventual cram down, procedimiento dentro del cual se pueden presentar planes de salvataje antes de que se decida la quiebra y liquidación.
Ya hay borradores en marcha para ese momento, que circulan entre los principales acreedores. Es que, más allá de la cantidad de acreedores que avalen la propuesta de Vicentin, el grueso de la deuda está en manos de un número limitado de actores. Por caso, el Banco Nación, con u$s 300 millones, y los bancos extranjeros, que reúnen algo más de u$s 500 millones. Otro acreedor de magnitud, el mayor entre los comerciales privados, es el correacopio Commodities.
Casi al mismo tiempo en que se concedió la prórroga, Molinos desertó de la entente de “interesados estratégicos” que intenta armar Vicentin. Contrarreloj, la compañía busca sumar a algún otro actor dispuesto a embarcarse en la aventura.