“Los números del empleo son buenos, vienen creciendo y entendemos que esto va a seguir así”, planteó Roberto Sukerman, jefe de Gabinete del Ministerio de Trabajo de la Nación, que consideró positivos los indicadores que esta semana difundió el Indec. Sin embargo, aclaró que en términos de ingresos, la inflación licua cualquier despegue. “El optimismo de ver cómo la economía sigue creciendo no nos tiene que hacer perder de vista preocupaciones muy grandes como la pérdida del poder adquisitivo”, dijo. “Hoy tenemos un promedio de salarios bajos, que no alcanzan a cubrir en muchos casos las necesidades básicas y no podemos mirar para otro lado”, planteó.
_ ¿Qué acciones llevan adelante desde el Ministerio de Trabajo para reducir esa brecha entre un mercado laboral muy demandante de mano de obra especializada y a su vez fragmentado, con mucha precarización, bajos salarios?
_Estamos trabajando junto al Ministerio de Desarrollo Social para migrar planes sociales, principalmente el Potenciar, a trabajo genuino. No es una tarea que se puede hacer de manera masiva sino mediante un trabajo en conjunto con los distintos niveles del Estado para que haya un acompañamiento de esas personas. Pensemos que en muchos casos trabajan en sectores informales, no trabajan o no tienen esas capacidades que hacen falta para el mundo de trabajo de hoy. También en muchos casos falta una cultura del trabajo que no es solamente una cuestión de habilidades, sino poder cumplir horarios, llevar una vida sistematizada. Todo eso se tiene que trabajar, no se trata de apretar un botón y decir “listo, a los que cobran determinados planes los incorporamos al mercado laboral” que, por otra parte, tampoco toma mano de obra de a miles. Esta semana estuve en el Parque Industrial de Morón. Las 40 empresas que están en el parque emplean a más de 2.000 trabajadores. Ahora van a ampliarlo a otras 20 empresas más que van a tomar solamente 200 más. Esto da una idea de lo difícil que es ir incorporando mano de obra. Entonces, cuando vemos que los números del empleo registrado o el de las mujeres son muy buenos, nos llenan de esperanza y nos pone contentos, pero eso no significa que no veamos lo que falta: la informalidad, la precariedad, sobre todo el nivel de ingresos. El esfuerzo que hizo el pueblo argentino para que crezca el poder adquisitivo durante los 12 años de Néstor y Cristina (Kirchner) lo destruyó Macri. Hoy cuesta mucho recuperar ese poder adquisitivo y si nosotros no paramos la inflación, el 60% promedio que alcanzaron las paritarias se va a licuar. Necesitamos ganar rápidamente poder adquisitivo. No podemos tener trabajadores formales bajo la línea de la pobreza. Necesitamos que la plata no solamente alcance, sino que sobre para seguir reactivando la economía, porque apostamos al mercado interno. Lo hacemos con programas como el Fomentar, que genera un incentivo para estudiar, para capacitarse y da descuentos de aportes y subsidios en salarios para los empresarios que contraten bajo el mismo. Así ayudamos a esta dinámica de crecimiento del país. Pero esto es producción, es trabajo, pero también es redistribución.
_ Se conocieron los datos del primer trimestre de 2022 sobre desempleo ¿Cómo analizan esos indicadores?
_Habitualmente, los indicadores del primer trimestre no son los mejores porque es un período de vacaciones, paradas de plantas y es el de menor actividad. Sin embargo, son buenos números que vienen creciendo, no han parado de crecer en los últimos tiempos. Entendemos que esto va a seguir siendo así. Pero ese optimismo de ver cómo la economía sigue creciendo no nos tiene que hacer perder de vista preocupaciones muy grandes como el poder adquisitivo, la inflación, para no engañarnos con estos números. La capacitación y el acompañamiento del Estado para seguir creciendo es fundamental. Esto “no fue magia”, hay políticas del Ministerio de Desarrollo Productivo que vienen dando resultados y además Argentina tiene una gran oportunidad porque tiene alimentos, petróleo y gas, hidrógeno verde, litio, una matriz productiva diversa. Hay posibilidad de hacer satélites, reactores y de seguir incorporando para el país al mundo todo lo que el mundo necesita. Eso implica administrar e intervenir en esa economía para que, por ejemplo, si el mundo tiene hambre, no tengan hambre los argentinos ni tengan que pagar en su canasta básica determinados alimentos como commodites. Esto no puede pasar.
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_Por un lado, crece la actividad y el empleo y por otro los argentinos sienten que no llegan a fin de mes ¿Es la inflación la única razón de esta situación que genera tensiones incluso dentro del gobierno?
_Mencioné la inflación porque está claro que si uno no puede controlar los precios no se puede recuperar el poder adquisitivo. Necesitamos que los salarios aumenten por el ascensor y ponerle un pie encima a los precios. Hoy tenemos un promedio de salarios bajos, que no alcanzan a cubrir en muchos casos las necesidades básicas. No podemos mirar para otro lado y no lo hace ni el presidente ni nadie en el gabinete, porque sabemos cuál es el problema. Con esto quiero decir que no ponemos como excusa el contexto mundial de inflación. Eso existe pero no significa que no tenemos que tomar medidas para que ese salario rinda más. El tema es qué mecanismo utilizar. Hay sectores que plantean subir sueldos por decreto, pero eso no es tan sencillo, porque el aumento de salario tiene que poder pagarse. Una cosa son las grandes empresas y otra las empresas chicas que se están recuperando de momentos muy difíciles y no le resulta tan sencillo que les digas que los trabajadores tienen que cobrar el doble. Es un proceso de crecimiento donde todos tenemos que hacer grandes acuerdos para entender que el futuro de la Argentina es con mejores salarios, con una inflación más baja y que eso va a generar un círculo virtuoso. Pero además, la informalidad no es solamente tener trabajadores no registrados, también está la informalidad de los que fugan, la de lo que no pagan los impuestos, que no facturan lo que tienen que facturar. Necesitamos regularizar un país que en lugar de estar al margen de la ley haga las cosas como corresponde. A veces se naturaliza la informalidad y se habla con prejuicios o se estigmatiza a la economía popular. Nosotros somos conscientes que no todos los sectores del trabajo pueden ingresar a un mercado formal. No habría que confundir empleo con trabajo. Hay muchas personas que trabajan y no son empleadas, que trabajan para ellos mismos en cooperativas o distintas formas asociativas que valoramos. El mundo de hoy no es un mundo donde todos son empleados de alguien. Se avanzó en esto a través de la Afip que genero un sistema de facturación con celular, se discute el “monotributo productivo” que busca regularizar situaciones de informalidad. No podemos desconocer estos sectores que forman parte importante de nuestra economía.
Santa Fe 4.0, un plan para el desarrollo
Roberto Sukerman está recorriendo la provincia presentado su libro “Santa Fe 4.0. Construyendo un desarrollo productivo sustentable”, un trabajo que, según aseguró, se fue gestando con la experiencia de recorrer la provincia en su función como ministro de Trabajo santafesino, en plena pandemia. “A medida que instrumentábamos los protocolos para la vuelta a la actividad visitamos muchas regiones y eso me generó muchísimas ganas de poder reflejar lo que veía”, dijo al plantear la diversidad del territorio y sus “desequilibrios” en términos productivos y sociales.
“En el libro planteamos cuestiones que tienen que ver con cómo generamos el desarrollo y una matriz distinta para potenciar la actividad económica que redunde en mayor mano de obra, posibilidades de progreso para que las personas no tengan que emigrar y se desarrollen en el lugar donde nacieron”, explicó. En ese camino, el material plantea distintos proyectos de desarrollo productivo para Santa Fe y también para otros lugares del país. “Hay un eje transversal que es la ciencia y la tecnología, porque estamos viviendo una revolución 4.0”, dijo.