El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, anunció que Washington negocia con Argentina una línea swap de USD 20.000 millones con el Banco Central (BCRA) con el objetivo de "hacer lo que sea necesario para ayudar a Argentina".
No es la primera vez que Argentina realiza un acuerdo de esta índole. Cómo funciona este respaldo internacional y el efecto que tendrá en las reservas
En medio de la inestabilidad cambiaria y con las elecciones nacionales a la vista, se aproxima una gran noticia para el Gobierno de Milei
En medio de la inestabilidad cambiaria y con las elecciones nacionales a la vista, se aproxima una gran noticia para el gobierno de Milei
El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, anunció que Washington negocia con Argentina una línea swap de USD 20.000 millones con el Banco Central (BCRA) con el objetivo de "hacer lo que sea necesario para ayudar a Argentina".
La confirmación llegó luego de la reunión en Nueva York entre el presidente estadounidense, Donald Trump, y Javier Milei junto a su equipo económico. Allí se planteó la necesidad de sostener la estabilidad financiera argentina en un contexto de fuerte presión cambiaria y a semanas de las elecciones legislativas de octubre.
Un swap entre bancos centrales es un acuerdo financiero que permite intercambiar divisas entre dos países por un plazo determinado, con la obligación de revertir la operación en la fecha acordada y a un tipo de cambio prefijado.
El acuerdo consta de tres fases:
- Intercambio inicial: el Banco Central entrega pesos y recibe dólares.
- Uso de fondos: esos dólares refuerzan las reservas internacionales y mejoran la liquidez del mercado.
- Cierre de la operación: al vencimiento, el BCRA devuelve los dólares recibidos más intereses y recupera sus pesos.
A diferencia de un préstamo, el swap no implica una entrega definitiva de fondos, sino un intercambio reversible. Por eso, suele tener costos financieros más bajos que la deuda externa tradicional.
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Los acuerdos de swap cumplen diferentes objetivos estratégicos:
- Aumentar reservas: permiten acceder rápidamente a divisas fuertes.
- Estabilizar la economía: actúan como señal de respaldo internacional frente a los mercados.
- Facilitar el comercio bilateral: en algunos casos permiten operar en monedas locales y reducir la dependencia del dólar.
Argentina ya cuenta con experiencia en swaps, especialmente con el Banco Popular de China, que mantiene una línea activa con el BCRA. Desde el primer acuerdo que se hizo en 2009 bajo la presidencia de Cristina Kirchner por un monto de 70.000 millones de yuanes, el país fue renovándolo constantemente por las diferentes presidencias que pasaron. El último fue Milei en abril pasado, quien renovó este intercambio de monedas con el país asiático por doce meses por 35 mil millones de yuanes (USD 5.000 millones).
Un acuerdo de este tipo con Estados Unidos sería inédito para la Argentina y tendría un impacto mayor que el swap con China, dado el rol central del dólar en la economía mundial.
Si se concreta, permitiría reforzar las reservas del BCRA en un momento de inestabilidad cambiaria y dar una señal de confianza a los mercados internacionales, aunque todavía no se conocen los plazos, condiciones ni tasas de interés de la negociación.