En medio de la incertidumbre económica, las paritarias se calientan. La Federación Obrera Ceramista de la República Argentina (Focra) inició el jueves una huelga nacional de 96 horas, hasta el domingo, en reclamo de un aumento salarial. La medida es parte de un plan de lucha que se lanzó por entender que la oferta de las cámaras empresariales en la mesa de negociación implica en los hechos “una rebaja salarial”.
El conflicto es entre la federación sindical que representa a los trabajadores ceramistas y las cámaras que agrupan, por un lado, a los fabricantes de pisos y revestimientos y, por el otro a la industria de cerámica roja.
La pulseada es por el cierre de la paritaria 2023/2024, que comenzó el 1º de mayo del año pasado y debió cerrar el 30 de abril último pero sigue abierta. “Las patronales se niegan a mantener los salarios reales en los mismos términos de la inflación de ese período, o lo que es lo mismo, pretenden reducir nuestros salarios reales”, señaló la Focra, y explicó: “Con los aumentos acumulados en ese período, el salario sumó un 193,16%, mientras que la inflación en ese mismo período fue de un 289,4%”.
Por eso, el fremio reclama un 33% de aumento para cerrar la paritaria y comenzar la nueva ronda de negociación por un acuerdo desde el 1º de mayo de 2024 al 30 de abril de 2025.
Según relataron desde la federación, la última propuesta de las cámaras fue de un 30% en cuotas de 10% que recién se cobraría en su totalidad en septiembre. Pero además incluyen en ese aumento los meses de mayo y junio de 2024. Para la representación sindical, si incluyen estos dos meses, los salarios “deberían aumentarse en un 45% solamente para mantener el poder adquisitivo de principios de año”. En valores absolutos, el salario mínimo global garantizado del convenio, que desde febrero es de $ 830.227, debería haberse incrementado a $ 1.104.202 en abril, y si se suman mayo y junio, deberían llegar a $ 1.203.829.
Para el gremio, la oferta empresaria busca “consolidar una fuerte rebaja salarial sin razón alguna y congelar los salarios hasta fin de año”. Por eso, lanzó un plan de lucha que comenzó el 11 de julio de 2024, con un paro de 24 horas, siguió los días 18 y 19 de julio con uno de 48 horas, y continúa con el de 96 horas que se lleva adelante en estos días.
“Estamos cursando el quinto mes sin aumento salarial mientras todo aumenta y las empresas siguen trabajando, facturando y vendiendo”, señaló la federación, que se mostró decidida “a seguir luchando para recuperar nuestros salarios”.
En el marco del conflicto, el gremio denunció que las empresas, “utilizando la reforma laboral”, amenazan a los trabajadores con despedirlos “con justa causa” y reemplazarlos por “carneros sin capacitación alguna para operar en las modernas industrias ceramistas”.
Del otro lado de la paritaria, las principales empresas son Cerámica Alberdi, propiedad del presidente de la Unión Industrial de la Provincia de Buenos Aires y vicepresidente de la UIA Nacional, yel grupo económico que componen las empresas Palmar, LaterCer, Cerámica Quilmes, Fanelli y Cunmalleu.
En Rosario, los trabajadores se concentraron el viernes por la mañana en las puertas de la fábrica Cerámica Rosario, donde trabajan unas 80 personas. El titular del gremio Juan Moreyra explicó que el problema central radica en que “las cámaras empresariales tienen la intención de bajarnos el salario en un porcentaje importante”, mientras que Daniela Rumi, integrante de la comsión directiva del sindicato ceramista, se quejó de que “hace varios meses que la patronal insiste en desatender justo reclamo”.