La Argentina tiene por delante un año con muchos dólares en mano, una gran fortaleza en la macroeconomía, pero grandes dudas en la micro. Pasamos a detallar cada uno de estos puntos.
La Argentina tiene por delante un año con muchos dólares en mano, una gran fortaleza en la macroeconomía, pero grandes dudas en la micro. Pasamos a detallar cada uno de estos puntos.
Lluvia de dólares.
1 El gobierno cuenta con reservas por u$s 38.000 millones y se prepara para cancelar la deuda con China, y ya canceló la deuda con el club de bancos por u$s 5.000 millones.
2 La entidad financiera tiene depositados u$s 7.000 millones del blanqueo en efectivo, ese dinero vuelve al mercado dentro de 6 meses contados desde noviembre de 2016, o bien cuando los tenedores de dichos dólares decidan canjearlos por activos registrables.
3 Se están blanqueando más de u$s 100.000 millones en el exterior, y en propiedades (locales e internacionales). Esta suma de dinero viene a engrosar la base imponible que tributara impuestos en el país, esto engrosara las arcas del Estado y buscara disminuir el déficit fiscal.
4 En diciembre tuvimos una cosecha de trigo superior a los 15 millones de toneladas. Entre abril y julio se cosecharán unos 33 millones de toneladas de maíz, y unos 50 millones de toneladas de soja. Esto le aportará un gran caudal de dólares al Banco Central.
5 El gobierno buscará colocar deuda por el equivalente a unos u$s 30.000 millones en el año 2017, que lo hará mayoritariamente en el primer semestre. Entre provincias y empresas privadas podrían ingresar además otros u$s 10.000 millones adicionales.
6 Se esperan inversiones privadas por el equivalente a u$s 15.000 millones, durante el año 2017, según el contador de inversiones del Ministerio de Economía que indica inversiones público y privadas por u$s 60.000 millones para los años 2016 al 2019.
Fortaleza macroeconómica.
El gobierno en su primer año logró eliminar el cepo, pagar la deuda con los bonistas en litigio, abrir los mercados mundiales, colocar bonos en pesos a tasa fija a 5, 7 y 10 años de plazo, llevar adelante un blanqueo exitoso, eliminar retenciones al agro, bajar el impuesto a los bienes personales, eliminar el impuesto del 10 por ciento a la distribución de dividendos, y sacar una ley pyme que favorece la inversión en las pequeñas empresas, y logra una baja en la presión tributaria en este sector. La tasa de riesgo país en dólares bajo del 5 por ciento anual.
Microeconomía en problemas.
La suba de las tarifas, los mayores costos en el sector alimenticio, alta inflación, tasas de interés en niveles elevados, tipo de cambio bajo, ingreso de productos importados, baja en las exportaciones, pérdida de poder adquisitivo del salario, bajas inversiones, mayores despidos y un fuerte cambio en la forma de hacer negocios, nos llevó a un escenario de fuerte caída en la actividad económica. El PBI del tercer trimestre del 2016 muestra una caída del 3,8 por ciento anual, mientras que el acumulado de 9 meses muestra una caída del 2,4 por ciento anual. Esto implica que no hay un arrastre positivo para el año 2017, con mucha suerte creceremos el 3 por ciento anual.
Conclusiones.
El presidente Mauricio Macri tiene por delante un año 2017 en donde no tendrá problemas con el tipo de cambio, sobran dólares en esta economía, y será difícil devaluar en un escenario de fuerte ingreso de capitales, vía blanqueo, inversión financiera o productiva.
La economía real se vuelve a ver afectada por la suba de tarifas que generan un incremento en los gastos de estructura de las empresas y familias. Esto les quita margen de rentabilidad a las empresas y les sobra poco a las familias.
El efecto no deseado de la suba de tarifas impacta en el índice de precios, la inflación podría ubicarse por encima del 20 por ciento anual en el año 2017, y esto generaría un alto estrés en las negociaciones paritarias. La tasa de interés seguiría elevada en este escenario. El déficit fiscal seguiría siendo alto producto de gran cantidad de gasto comprometido a subir, y una recaudación que no crece en igual proporción, esto genera más inflación.
Los dólares del blanqueo buscaran resguardo de valor en bonos nominados en dólares con tasas atractivas, ya sea soberanos o corporativos. Las propiedades mostrarán una suba sustancial en los precios, ya que serán tomadas como resguardo de valor. Las acciones subirían entre el 30 por ciento y 40 por ciento en el año 2017, producto de la baja en el riesgo país y en el excedente de fondos del blanqueo. El dólar en este escenario seguirá planchado, con expectativa de un nivel de precio menor a $ 19,0 para fin de año.
La macro sigue bien, la micro complicada. El dólar no sería un buen negocio. Las empresas deben trabajar con menos stock, más rotación de capital, buscar más escala (invertir) y reducir margen de rentabilidad. No somos competitivos para exportar con este tipo de cambio, por ende, no podemos abrir la economía en forma discriminada. Si el mercado no ingresa en el cambio, el cambio no llegara al mercado. Si las decisiones de los agentes económicos siguen siendo especular y no invertir, no le pidamos peras al olmo, o reactivación a la economía. El presidente deberá repensar como seducir a la inversión. Es mejor trabajar para crecer y no ponerse a pensar cómo hacer el ajuste. Si el nuevo ministro piensa en ajustar hemos retrocedido 16 años en la discusión económica.