La inflación mayorista se aceleró al 2,8% en julio, impulsada fundamentalmente por subas en productos importados y productos agropecuarios nacionales. La dinámica de precios se vio influida por el recalentamiento del dólar.

La suba del dólar durante el mes pasado influyó en el índice de precios importados, que subieron 5,7%. También aumentaron los agropecuarios
Inflación. Los productos importados encabezaron la suba de precios mayoristas durante el mes de julio.
La inflación mayorista se aceleró al 2,8% en julio, impulsada fundamentalmente por subas en productos importados y productos agropecuarios nacionales. La dinámica de precios se vio influida por el recalentamiento del dólar.
Según informó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), la división de productos importados arrojó un alza mensual de 5,7% y explicó buena parte de la variación en el Indice de Precios Internos al por Mayor (Ipim).
En julio el tipo de cambio oficial mayorista tuvo un incremento del 14%. Esto tiene más incidencia en el índice mayorista que en el de precios al consumidor, IPC, ya que la canasta del primero está compuesta fundamentalmente por productos “transables”, es decir, que suelen comercializarse con otros países.
Si bien el efecto sobre los artículos importados es más directo, la suba del dólar también influye sobre los bienes exportables. Por caso, los productos agropecuarios, que treparon un 4,2%.
En términos agregados, los artículos de origen nacional tuvieron un aumento promedio del 2,6%. Además de las citadas subas en el agro, también fueron relevantes los ajuste de precios en sustancias y productos químicos (4,3%), productos refinados del petróleo (3,9%) y vehículos (3,7%).
Pese a la aceleración, el Ipim trepó 12,3% en los primeros siete meses del año, por debajo del 17,3% que experimentó el IPC. Asimismo, en términos interanuales la inflación mayorista creció 20,9%, contra un 36,6% de la minorista.
El efecto de la suba del dólar sobre la inflación minorista fue más bajo, ya que el IPC mostró un alza del 1,9% en julio. En este caso tuvieron más importancia factores estacionales, como las vacaciones de invierno que afectaron el precio de servicios como paquetes turísticos u hoteles, o los aumentos en frutas y verduras.
Además, traccionaron al alza ajustes en precios regulados como el transporte público, colegios, prepagas, tarifas de luz, gas y agua, y comunicaciones.
Así y todo, el coordinador general del IET, Fabián Amico, enfatizó que “el salto en la inflación de alimentos refleja el primer impacto de la suba del tipo de cambio en julio del 14%”. A esto, dijo, debe sumarse el impacto que forzosamente tendrá en el costo de los insumos importados. “Estos dos efectos no se manifiestan en el índice de inflación de forma inmediata, sino que tienen en general un impacto rezagado; de hecho, los primeros sondeos en agosto revelan un aumento adicional de los bienes de primera necesidad.
El economista aclaró que el gobierno podría limitar el pass-through del tipo de cambio a precios “si logra inhibir la reacción de los costos laborales”. De todos modos, en ese caso, se profundiuzaría “la caída del salario real y la debilidad de los trabajadores”.
En eso parece estar. Según un informe elaborado por el Area de Empleo, Distribución e Instituciones Laborales (EDIL),perteneciente al Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP), el poder adquisitivo del salario mínimo, vital y móvil (SMVM) se redujo levemente durante julio de 2025 (-0,5%). En junio había mostrado cierta estabilidad (+0,1%) y en mayo un leve incremento (+0,3%), pero había registrado caídas en febrero (-0,4%), marzo (-2,1%) y abril (-0,8%).
En diciembre de 2023 se inició un extenso proceso de merma del valor real del SMVM, cuando se contrajo 15% de la mano de la aceleración inflacionaria, seguido por una caída aún mayor, del 17%, en enero de 2024. Esta tendencia se interrumpió momentáneamente en algunos meses cuando el incremento nominal acompañó o superó la inflación. Sin embargo, más allá de ciertas alzas en algunos meses puntuales, entre noviembre de 2023 y julio de 2025 el salario mínimo real acumuló una caída de 32%.
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Esta contracción, junto con la tendencia decreciente de los años anteriores, lleva a que el salario mínimo en términos reales de mayo de 2025 se ubique en un valor inferior al de septiembre del 2001, antes del colapso de la convertibilidad. También es 62% más bajo que el valor máximo de la serie, en septiembre de 2011.
En medio de la discusión sobre el nuevo Índice de Precios al Consumidor (IPC) con ponderaciones actualizadas, el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) sufrió dos nuevas bajas: se trata de Georgina Giglio a cargo de la Dirección de Índices de Precios de Consumo; y Guillermo Manzano, quien estaba al frente de la Dirección de Estadísticas de Condiciones de Vida. A partir de septiembre, ambos funcionarios dejarán su cargo.
La salida de Manzano se explica por “diferencias de criterios” y “formas sobre la gestión de equipos”, mientras que la de Giglio sería por “cuestiones personales”.
Fuentes cercanas al instituto estadístico destacaron que desde la Dirección están en “modo libertario”, una partidización que no se ve desde su intervención entre 2007 y 2015. En principio, se destaca la falta de actualización de estadísticas, como el nuevo índice de inflación.
Por Carina Bazzoni

