Las garrafas de gas envasado registraron un fuerte aumento en el último tiempo luego de la entrada en vigencia del decreto 70/23 del gobierno de Javier Milei, lo cual desarticuló el plan Hogar, que subsidiaba a todos los actores de la cadena de producción y distribución del gas. Con el nuevo esquema tarifario, las garrafas registraron un salto del 120% en los precios, aunque continúa siendo el combustible más barato del mercado. Los fragmentadores de gas estiman que el gas seguirá subiendo hasta el mes de marzo.
“En este momento el gas está liberado”, apuntó Pedro Renda, presidente de la Cámara Argentina de Empresas Fraccionadoras (Cafragas), quien explicó a La Capital que los productores de gas venían de la garrafa Programa Hogar, un beneficio que otorgaba el subsidio directo del 80% del precio de la garrafa de gas de 10 kilogramos para garantizar el acceso a los hogares de menores ingresos. “Con el DNU, el Programa Hogar no existió más y la Secretaría de Energía pidió la colaboración de las empresas para que la aplicación de los aumentos sea en etapas”, planteó.
Según el empresario, “la liberación completa” de los precios de la garrafa “va a llegar en marzo o abril”, producto del traslado escalonado de los aumentos de la producción: “Lo que se perdió en Argentina es la relatividad de las cosas respecto de los salarios. El precio actual tendría que ser de 10 dólares oficiales”.
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El sector fraccionador de gas licuado ocupa directa e indirectamente a más de 9.000 personas
Renda apuntó que los aumentos no se verán plasmados en un solo movimiento para que el impacto no sea tan brusco en los bolsillos de los consumidores: “El productor hace un esfuerzo, el fraccionador y el distribuidor lo mismo, para que no se vaya a los 10 dólares de un solo saque. Pero ninguno percibe el subsidio, solo el consumidor”.
"El problema es lo que se pone en la olla"
Según el último censo nacional, solo en la provincia de Santa Fe el 51% de la población utiliza el gas en garrafa para cocinar y calefaccionar su hogar, lo que en números son 1.779.962 santafesinos, por encima del 46% (1.520.675 personas) que usa gas de red en sus casas, por lo que uno estimaría que este aumento tendría un especial impacto en Santa Fe. Renda desmiente esto.
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“Cuando hablás en porcentaje, el valor final se pierde. Si te digo que una garrafa de 10 kg se mueve 1300 km desde el lugar de origen ¿cómo puede costarle, en un mundo donde el kilo de carne llegó a los $7000, $3500 una garrafa que solo de movimiento tiene ese costo? Lo que ha ocurrido es un aumento del 120%, que eso lleva una garrafa de $3500 a $6000 pesos aproximadamente, yendo a buscarla a un depósito”.
El empresario del gas envasado entiende que el combustible tiene un valor que sigue siendo accesible para los sectores populares: “Nuestro competidor es el gas natural, que puede ser muy barato a la hora de pagar la boleta, pero deja de ser barato a la hora de hacer la instalación”, reflexionó Renda y agregó: “El problema no es el gas. Para la gente humilde, el problema es lo que hay que poner en la olla. Si tenés una garrafa de $6.000, dividido 20 días, son $120 diarios solo de gas. No sirve que te regalen el gas si no podés poner nada adentro de la olla. No es que hay que levantar el gas, hay que bajar las otras cosas. Sigue siendo el combustible más barato”.