Casi 300 expositores, 7 mil metros cuadrados de exposición, rondas de negocios nacionales e internacionales con más de 2 mil encuentros pactados, nuevos salones temáticos. Después de larga ausencia, la Feria Internacional de la Alimentación Rosario (Fiar) volvió con todo.
La exposición rosarina, que en once ediciones se posicionó como un clásico del calendario de ferias a nivel Latinoamericano, se realizó entre el miércoles y el sábado en el salón Metropolitano. De frecuencia bianual, la muestra que debía realizarse en 2021 fue postergada por la pandemia. Esa abstinencia expositora fue, en parte, la causa de que los 600 espacios disponibles se hayan reservado casi en el mismo momento de la primera convocatoria.
La muestra sobresalió por su estética moderna y novedosa, producto de que las empresas aprovecharon las ventajas que aporta la tecnología para montar sus stands. “Sabía que después de dos años de espera, la nueva estética iba a sorprender”, dijo Ricardo Diab, presidente de la Asociación Empresaria y coordinador de Fiar, quien destacó que se trata de “una muestra consolidada y muy compacta”. Es el indicado para repasar la trayectoria de más de 20 años: “Ya no tenemos que explicar de qué se trata”, subrayó.
Eso se notó en la participación de nacionales y extranjeros en las rondas de negocios, los platos fuertes de la convocatoria. Se anotaron 15 compradores de distintos países de América latina en el primer segmento, que sólo el primer día concentró 218 encuentros. En las nacionales, 80 compradores, la mayoría supermercados, buscaron sus contrapartes locales.
Boris Gotterman, titular de la famosa cadena de carnicerías de Uruguay, “El Novillo Alegre”, pisó por primera vez Fiar y Rosario, y se mostró “sorprendido” por el nivel de la muestra. “La maquinaria para nuestra industria está a precios muy competitivos y con gran calidad”, dijo.
Graciela Alabarce, titular de la empresa de panificación La Cumbre, la firma rosarina que este año celebra 40 años de vida, señaló que en el primer día de trabajo realizó más de 10 reuniones de trabajo con compradores del exterior.
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Tanto desde Brasil, como Colombia y Costa Rica se mostraron interesados en madalenas y mini budines. “Nuestra presencia aquí es para tener contacto con nuestros compradores del mercado interno pero también con otros nuevos del exterior”, dijo la empresaria y reveló que la intención es “volver a Brasil donde hemos estado presentes durante muchos años”.
Participar de esta plataforma de negocios es para las empresas de la región una vidriera al mundo. Aun cuando la inflación comienza a erosionar la competitividad cambiaria.
La producción de alimentos y de equipamiento para la industria de la alimentación, los dos grandes rubros que se expusieron en la muestra, están en un buen momento, aunque con complejidades. Podría resumirse en que enfrentan una demanda sostenida, en un contexto de dificultades para abastecerse de insumos y de aumento de costos por la inflación y la tensión cambiaria.
“A diferencia de otras épocas, hoy es más difícil comprar que vender”, sintetizó Ariel Dolce, titular de Flexocolor, la industria que se dedica brindar soluciones para envases flexibles. Como muchos de sus pares, viene de realizar importantes inversiones. Entre otras, desembolsó u$s 2,5 millones para comprar una impresora digital de punta, que está operativa desde julio pasado y le permite a la compañía “viabilizar negocios de baja escala” y mejorar la oferta para productos de nicho. La ley de etiquetado frontal también movilizó el segmento.
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La gráfica Borsellino también está con “una demanda a full”. Su titular, Pedro Borsellino, recordó que retomaron la inversión en el parque industrial Uriburu para montar una planta de 15 mil metros cuadrados totales para fabricar flexibles. Eso le permitirá liberar espacio en sus instalaciones de Ovidio Lagos para destinarlo, entre otras cosas, a atender la demanda de las farmacéuticas. En las nuevas instalaciones la empresa montará tres nuevas máquinas adquiridas en Dinamarca antes de la pandemia que multiplicará su capacidad productiva.
La empresa panificadora La Cumbre también invirtió en el parque industrial de Alvear, donde está instalada desde hace siete años, para triplicar la producción de pan dulce.
Pandemia de por medio, el universo de la industria de la alimentación, muestra cambios respecto de la edición 2019 de Fiar. “Me impactó la cantidad de nuevas empresas que vinieron”, dijo Borsellino, de Borsellino impresos.
Sebastián Chale, secretario de Desarrollo Económico de la Municipalidad de Rosario, explicaron el contexto en el que se apoya este interés: una demanda importante de alimentos, sobre todo de compradores del exterior, y una corriente de inversión en equipamiento por parte de la industria alimentaria que se sostiene en el último año y medio.
“El mundo se debate en términos de asegurarse provisiones de alimentos en distintas variantes, incluso con mayor diversificación y con más diferenciación el tipo de producto, con cambios en lo que tienen que ver con el envasado, con los materiales de envasado, con la tecnología para el envasado”, reseñó Chale.
En líneas generales, hay dos grandes sectores protagonistas de la muestra, que son a su vez los dos grandes polos de producción en el Gran Rosario: los fabricantes de alimentos y los fabricantes de equipos para la cadena de la alimentación, como hornos, cocinas, empaquetadoras, heladeras, maquinaria de frío, panificadoras, elaboradoras de pastas frescas, enlatadoras, industrias de impresión de etiquetas, etcétera.
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Marcelo Bustamante
La feria fue el escenario de importantes lanzamientos. Dos casos: Rinaudo presentó una nueva cortadora de tallarines de la línea de mediana producción, que cuenta con corte de fideos programado por peso, algo que permite al pastero agilizar los tiempos en el proceso. Y Lipari, fábrica fundada en 1979 para fabricar gavetas para dinero y luego reconvertida en fábrica de termoselladoras para film de pvc, selladoras de bolsas y fechadores térmicos, presentó una nueva línea de termoselladora.
Las exhibiciones gastronómicas atravesaron como novedad fuerte toda la muestra. El salón general y las salas temáticas: panificados, gourmet, golosinas, helado artesanal, vinos, carnes y salón especial de charlas magistrales. Por primera vez hubo en la expo un torneo de barismo, una especificidad de mucho crecimiento en el mundo y que en Rosario cuenta también con una movida importante.
Arneg inauguró su planta de Alvear
La compañía Arneg, una de las históricas animadoras de la Fiar, celebró por partida doble en esta nueva edición. A la par que presentaba en su stand del salón Metropolitano su nueva línea de equipos de frío para la industria de la alimentación, inauguró la planta de producción de paneles aislantes para la construcción civil en Alvear.
La multinacional que tiene en Rosario una de sus principales bases de operaciones es líder en la fabricación de equipos para la industria alimentaria. Pero desde 2013 incursionó en la fabricación de paneles isotérmicos para el sector de la construcción, en la línea con la tendencia a la eficiencia energética. Tras invertir u$s 20 millones, inauguró la planta de Alvear, la segunda del grupo en la región y el país, que multiplicará por cuatro la capacidad de producción.
Carlos Pasciullo, CEO de Arneg, destacó que esa multiplicación afianza el posicionamiento del grupo en un mercado que tiene como rumbo tendencial la eficiencia energética.
Esa eficiencia también marca el rumbo del negocio más tradicional, que es la industria del frío para la alimentación. “En Fiar presentamos los productos con gases naturales, que son la tendencia”, indicó.