“La pérdida de poder adquisitivo es el principal problema y la principal amenaza para la recuperación económica”, dijo la economista y coordinadora de la región Litoral del Centro de Estudios Scalabrini Ortiz, Celina Calore, a la hora de sacar una instantánea del presente económico de la Argentina. Reconoció que el proceso de recuperación “se está viendo”, aunque también indicó que es “dispar e incipiente”. En ese marco, la provincia, por su marcada matriz industrial, se detaca. “Santa Fe va a la cabeza de la recuperación”, agregó Calore, pero también señaló que para que el proceso se consolide consideró que “es el momento de inyectar dinero en la calle”.
“Desde Ceso no nos preocupa el déficit fiscal en un contexto con crisis económica desde hace más de tres años y donde hay capacidad de que se emita dinero para que se ponga a circular en la economía, porque hay un gran capacidad ociosa que permite que eso no genere una espiral inflacionaria”, aseguró.
—¿Cómo estás viendo la economía, tomando en cuenta que desde el gobierno se elevó la proyección de crecimiento al 8%?
—Estamos viendo una recuperación de la economía, que es dispar e incipiente, muy sujeta a lo que pasa con la pandemia. En la primera mitad del año vimos una recuperación de muchos sectores vinculados principalmente a la industria y la construcción, pero que con las restricciones de mayo y junio se vio otra vez resentida. Ahora sí parece que estos sectores empiezan a consolidar esta recuperación. Aunque hay otros, y por eso hablamos de heterogéneo, que no han tenido una recuperación, como los servicios vinculados a gastronomía, hotelería, turismo. Tuvieron cierto aire durante las vacaciones as vacaciones de julio pero no llegan a recuperarse. La evolución es dispar e incipiente. Ahora sabemos que va a llegar la variante Delta y esto pone algún tipo de condicionantes a lo que se pronostica del un crecimiento 8% para este año.
—¿Hay disparidad geográfica en la recuperación también, en Santa Fe hay algo diferente al agregado que se ve nivel nacional?
—Los indicadores marcan que Santa Fe va un poco a la cabeza de la recuperación económica en lo que tiene que ver con el entramado productivo e industrial. Es lo que se está viendo en los números, en la recuperación del empleo formal en la industria. Santa Fe es un poco el motor. Es heterogéneo en términos de región, según cuál es el fuerte en materia económica, se va viendo un poco más o un poco menos este rebote, que no es el usual y no es el que solíamos ver después de una crisis, por las amenazas de las restricciones.
—¿Considerás suficientes las medidas que esta tomando el gobierno para los sectores que todavía no pudieron recuperarse?
—Todas las medidas para recomponer el poder adquisitivo, recomponer el consumo, como el lanzamiento de Ahora 30 con algunos rubros de bienes durables con esta cantidad de cuotas, o poner dinero en el bolsillo a tasa cero, que todavía no se vio porque se están por otorgar, son medidas interesantes. Sabemos que es importante que se motorice el consumo porque es el principal componente del PBI, pero tenemos el gran problema de que los precios siguen evolucionando a un ritmo muy alto, a un nivel muy rápido de inflación y eso pone un freno a todo este tipo de medidas o ayudas para recomponer el poder adquisitivo. Al no lograr frenar la cuestión inflacionaria los efectos tampoco son los mismos cuando en otro momento logramos poner dinero en la calle.
—Ceso mide la inflación en los supermercados ¿Ven posible que los precios evolucionen por debajo del 3% como estima el ministro Guzmán?
—Nos dio la evolución por debajo del 3% pero muy cerquita, todavía siguen siendo niveles altos en supermercados. Sí hay cierta desaceleración. El problema es que los salarios y los ingresos no se están actualizando del mismo modo, a pesar de que se reabrieron las paritarias en muchos sectores. Esa pérdida de poder adquisitivo creo que es el principal problema y la principal amenaza para la recuperación económica.
—¿Cuál podría ser la inyección para el poder adquisitivo?
—Si el tema empieza a responder, con una desaceleración de los precios, por más que sea a un ritmo menor al esperado y con todas las políticas que se están haciendo que tienden en a frenar el aumento del dólar oficial, el aumento de tarifas y de los combustibles, eso empieza a desacelerarse. Creemos que es el momento de inyectar dinero, de poner dinero en la calle. Vemos que los esfuerzos no fueron suficiente, hay que ir un poquito más allá. Desde Ceso no nos preocupa el déficit fiscal en un contexto con crisis económica desde hace más de tres años y donde hay capacidad de que se inyecte dinero y se emita dinero, y que ese dinero se ponga a circular en la economía. Tenemos una demanda deprimida y una capacidad ociosa industrial alta. Las fábricas trabajan al 60% de su capacidad, con lo cual hay lugar para seguir incrementando sin que eso genere una espiral inflacionaria.
—¿Cómo sería la mejor forma de poner el dinero en la calle, unaumento salarial por decreto, programas sociales más fuertes, obra pública?
—Creo que es una combinación de todo eso. La obra pública está marchando a un ritmo mayor del que venía siendo el año pasado y eso empieza a generar los puestos de trabajo, que es la forma genuina de mejorar el ingreso y la calidad de vida de las personas. Pero en este contexto que no se llega a recomponer el empleo es importante la asistencia del Estado, la tarjeta Alimentar es fundamental y también que siga actualizándose al ritmo inflacionario para que las familias al menos puedan mantener el consumo al momento que se estableció, que fue anterior a la pandemia, reconociendo la crisis de ingresos que tenía la Argentina y el nivel de pobreza. El mecanismo de la tarjeta Alimentar para los sectores más vulnerables para que no crezca la indigencia en nuestro país es fundamental. Hay que esperar para ver cómo impactan los créditos a tasa cero entre los trabajadores independientes que el año pasado tuvieron muy buena aceptación. Los necesitan, y puede llegar a ser una muy buena ayuda. Y después todo el sector de empleo formal a través de paritarias y con el Estado reconociendo a sus trabajadores y reabriendo la negociación salarial en muchos sectores que se habían quedado atrás. El empleo público perdió mucho en el período 2015 y 2019 y aún no ha podido compensar ni la mitad de esa pérdida.
—¿Deben continuar las medidas de restricción cambiaria?
—No creo que deban sacarse los controles cambiarios, menos en este momento. Ya experimentamos cuando Mauricio Macri sacó el cepo y todo lo que vino con eso, porque hubo una desregulación del mercado financiero y cambiario y el saldo fue el que estamos teniendo ahora de default de la deuda pública. Los controles cambiarios en Argentina son necesarios porque las crisis de balanzas de pagos, los cuellos de botella y esta cuestión de la falta de divisas es algo estructural. Por supuesto que incrementar las exportaciones ayuda, es un ingreso genuino de divisas y es lo que se quiere, pero el problema que Argentina tiene con el dólar, y que no tiene una moneda fuerte porque el peso no lo es, hace que lo que primero que ocurra es recurrir al dólar para el ahorro. En un contexto en el que hay desregulación eso tiene muchas consecuencias luego en la economía interna que no son deseadas.
—¿Cómo ves la reaparición de Macri introduciendo el tema de la deuda con una explicación extraña sobre quién se endeudó más?
—Cuando escuché las declaraciones del ex presidente en algún punto me resultaron insólitas porque el gobierno de Macri fue el gobierno que endeudó de una manera récord a la Argentina y yo creía que eso era algo que estaba saldado. Tuve la oportunidad de escuchar a Martín Guzmán, y las preguntas que hizo el diputado Luciano Laspina y hay muchas cuestiones en las que nos se encuentra el criterio común para analizar lo que desde un sector creemos que es más que obvio. No sólo importa el nivel de deuda o la cantidad, sino la composición, si estamos hablando en moneda extranjera o local. Las diferencias e implicancias que tiene endeudarse en dólares, con privados, o intrasector público. La composición de la deuda hay que seguir discutiéndola. Cuando uno habla de no más endeudamiento, en realidad estamos diciendo no más endeudamiento externo, irresponsable. El endeudamiento intrasector público, probablemente en muchas circunstancias también con los privados no es malo en sí. El tema es para qué se utiliza esa deuda y que sea sustentable. No asumir compromisos en una moneda que no tenemos. El gran déficit que tiene el país es no generar las divisas necesarias que requerimos y contraer compromisos en dólares nos genera más complicaciones.
—¿Cómo ves la economía de Santa Fe? ¿Qué opinás de una herramienta como Billetera Santa Fe?
—En Santa Fe los indicadores en algunos sectores vienen recuperándose por encima del nivel nacional, puntualmente en industria y mano de obra registrada industrial. El sector de la maquinaria agrícola viene moviéndose muy bien y eso tiene encadenamientos productivos para adelante y para atrás. Hay localidades santafesinas que empiezan a dinamizar esas economías. Lo que tiene que ver con Billetera Santa Fe creo que es una herramienta muy buena que tiene el estado provincial para de algún modo compensar la pérdida de poder adquisitivo. No tiene muchas herramientas un gobierno subnacional, no puede combatir por si sólo la inflación. Me parece que es una política muy interesante para las familias santafesinas y de manera más generalizada, no sólo apuntando a los sectores más vulnerables. En el tiempo probablemente deba tener que acotarse, ajustarse a ciertos rubros, para empezar a ver las cuentas fiscales, que hoy están sólidas en la provincia y tiene la espaldas para enfrentarla.
—En un gobierno que piso el gasto durante el año pasado sorprendió la medida tan expansiva.
—Llamó la atención ese cambio, ya que fue bastante criticado el año pasado por cuidar las cuentas públicas. Si el año pasado hubo ahorro fiscal y hoy eso se pone en la calle es un resultado positivo. Si hay más obras en la provincia, si se pone en marcha el boleto educativo gratuito que es una demanda histórica, es bueno. Se ahorró y se puso en la calle. Lo que estamos viendo hoy es que hay interés desde la provincia en poner el granito de arena para recuperar la actividad económica y agregar a lo que viene haciendo el gobierno nacional.