Enfocado en el financiamiento pyme y cerrando los últimos meses del año con “volúmenes récord” de operaciones, el Mercado Argentino de Valores (MAV) busca en 2023 acercar nuevos instrumentos a la medida de los sectores y las empresas, diferentes a los convencionales en pesos o dólares, y estructurados en base a activos como granos o construcción.
Así lo detalló el gerente del MAV, Fernando Luciani, quien indicó que 2022 cierra “razonablemente bien”, en un contexto en el que los aspectos macroeconómicos como la inflación “esmerilan el poder adquisitivo, las rentabilidades de las empresas y dificultan el proceso de financiamiento”.
“Este año cierra bien, con grandes alegrías quienes estamos en el MAV, que son producto de mucho trabajo de vinculación del mercado con las empresas pymes, con los agentes”, dijo y apuntó que en octubre se manejaron volúmenes récords “con nuevas empresas que empiezan a utilizar sobre todo el producto Pagaré, que nos parece que es el que más recorrido va a tener sobre todo en el año que comienza”.
Todo esto en el marco de una coyuntura “donde las rentabilidades corporativas son difíciles”, aclaró Luciani producto del impacto de la inflación. “Todos los sectores que necesitan un proceso de financiamiento están muy afectados por la inflación”, dijo e identificó a esto como “la cuestión negativa” de 2022.
Aún así, Luciani confió en que ese volumen de operaciones generado en octubre fue producto de financiamiento para inversión productiva, lo que le da más solidez al proceso. “En el MAV la mayoría del financiamiento tiene que ver con capital de trabajo, pero cuando tenemos estos picos tan importantes se explican por una serie de compañías o sectores empresarios que realmente necesitan producir más o ampliar su estructura y encaran inversiones de mediano plazo”, dijo.
En buena parte, aseguró que ese proceso también está ligado a las variables macroeconómicas de la Argentina, como la imposibilidad de acceder a bienes importados. “Hay sectores que en coyunturas difíciles, donde las improtaciones se cierran, están obligados a producir más en Argentina, con lo cual es necesario ampliar la capacidad instalada, comprar más materias primas”, dijo.
Otros en cambio, son intrínsecamente más dinámicos. “Argentina es un país con sectores como la metalmecánica, la agroindustria, tienen una fuerza de base muy grande y siempre traccionan inversiones”, agregó Luciani.
Con lo cual “aunque el contexto macro no es bueno, siempre hay algunos sectores que siguen traccionando bien”, reflexionó.
Nuevo portafolio
El MAV viene haciendo punta en la oferta de financiamiento pyme con instrumentos de alta aceptación como el Pagaré o el cheque de pago diferido. Para 2023, con el éxito de muchas de esta herramientas se trazaron un nuevo horizonte. “Estamos trabajando en una agenda con la Comisión Nacional de Valores (CNV) en particular, vinculada a acercar instrumentos de financiamiento de acuerdo a las empresas y a los sectores”, dijo.
“Creemos que el financiamiento convencional en pesos o en dólares, como lo conocemos siempre, cumple un ciclo pero no llega a todos lados”, dijo Luciani y por eso “hoy hay que empezar a financiarse sobre la base de activos como la soja, la construcción, determinados índices, que son referencia para las tasas de interés y colaterales de muchos proyectos de inversión”, agregó y anticipó que estan tratando de “evolucionar los esquemas hacia esos modelos no tan convencionales”.
“Muchas veces la actividad productiva no utiliza ni pesos ni dólares como moneda de ahorro, de cambio o como parámetro de costos o gastos, sino que usa el metro cuadrado, el ladrillo, o la soja, que es el principal elemento de referencia de muchísimas actividades agropecuarias o agroindustriales”, detalló Luciani para especificar hacia donde se orientarán los nuevos productos del MAV. “Eso que es bien economía real requiere un análisis muy especial que estamos tratando de dar a nivel regulatorio y de estructura de mercado”, indicó.
Para Luciani el año próximo la economía argentina tiene “muchos desafíos” por resolver que básicamente ubicó en tres ejes: “escasez de divisas, gasto público creciente e inflación alta”.
“En un año electoral todo esto estará teñido de análisis más electorales que económicos, pero creo que vamos a asistir a una tensa calma”, dijo el gerente de MAV quien dijo que no es “fatalista” ni considere que el escenario muestra “situaciones trágicas”.
Según consideró “los ciclos van aterrizando despacito, se van generando cambios y movimientos y me parece que el año será de esa manera hasta que haya un cierre de lo electoral que dará paso a un nuevo gobierno, que puede ser continuidad de este u otro pero a partir del cual se podrá pensar algún cambio macroeconoómico”, sintetizó.
En esa transición “las cuestiones microeconómicas del MAV van razonablemente bien y seguiremos tratando de acompañar esos procesos siempre estando cerca de las empresas, pymes en particular, que son las que más necesitan atención”, concluyó.