El Banco Central de la República Argentina (BCRA) sigue aguantando la demanda de divisas en un contexto en el que casi no le entran dólares a raíz de la sequía que recortó la producción agropecuaria. Ayer vendió u$s 74 millones y ya se desprendió de u$s 1.628 millones en marzo. En medio de esta batalla desigual, el dólar blue pegó ayer un salto de $ 7 pra ubicarse cerca de los $ 400 en la city porteña.
El blue cerró a $ 397 por unidad. En el segmento bursátil, el contado con liquidación cayó 0,5%, a $ 390,63; mientras que el MEP ascendió 1,9%, a $ 383,55.
La Bolsa porteña subió 3,69%, a contramano de los principales índices de referencia que finalizaron con resultados negativos, con lo que extendió las ganancias por segunda sesión consecutiva. En tanto, las acciones de empresas argentinas (ADRs) que operan en Wall Street cerraron con alzas de hasta 7,3%.
En el segmento de renta fija, los bonos en dólares finalizaron con incrementos de 30 centavos en promedio a lo largo de la curva, mientras que los títulos en pesos con ajuste por CER marcaron descensos de 0,3% promedio. En este marco, el riesgo país retrocedió 0,4% para quedar en 2.521 puntos básicos.
Mercado internacional
En Wall Street, las acciones cerraron con leves caídas arrastradas por el magro desempeño de los papeles de los sectores financieros, energéticos y tecnológicos luego de que se registrara un repunte en los rendimientos de los bonos del Tesoro, con los inversores corrigiendo desequilibrios en sus carteras ante el cierre del primer trimestre.
El Dow Jones bajó 0,1%, el S&P 500 cayó 0,2% y el Nasdaq se contrajo 0,5%. El rendimiento del Bono del Tesoro a 10 años, que ayuda a fijar las tasas de las hipotecas y otros préstamos importantes, subió al 3,55%, mientras que el rendimiento del Bono del Tesoro a 2 años, que se mueve más por las expectativas de la Reserva Federal (FED) trepó al 4,05%.
Las acciones tecnológicas habían encontrado viento a favor en las últimas semanas con la rotación de las carteras, tras el colapso de tres bancos estadounidenses. Las preocupaciones sobre la crisis entre los bancos regionales parecen diluirse, gracias a los esfuerzos de las autoridades para despejar las dudas en el sistema. Lo que volvió al centro de la escena es el temor de los inversores de que las tasas más altas podrían empujar a la economía a una recesión.
Sin embargo, las acciones bancarias cayeron luego de una audiencia contenciosa en el Comité Bancario del Senado, en la cual el supervisor del Sistema Financiero de la FED, Michael Barr, adelantó que se están analizando nuevas reglas más estrictas para los bancos con más de 100.000 millones de dólares en activos.
Barr dijo que la revisión de la FED del colapso de Silicon Valley Bank permitirá entender si se necesitan regulaciones más estrictas, incluso si los supervisores tienen las herramientas necesarias para dar seguimiento a sus advertencias.
La FED también considerará si se necesitan reglas más estrictas sobre la liquidez (la capacidad del banco para acceder al efectivo) y los requisitos de capital, que rigen el nivel de fondos que un banco debe mantener.
Los movimientos se producen mientras los inversores comienzan a recibir una serie de datos sobre la economía estadounidense esta semana, incluida la medida de la inflación núcleo, que probablemente se tenga en cuenta en la próxima decisión de tasa de la Reserva Federal de Estados Unidos (FED).
En otro dato, el índice de confianza de los consumidores de marzo se está fortaleciendo, en contra de las expectativas de moderación de los economistas y en otro informe, los precios de las viviendas en EEUU se suavizaron en enero con respecto a diciembre, pero no tanto como esperaban los economistas.
El presidente de la Reserva Feederal de St. Louis, James Bullard, señaló que la política monetaria puede seguir ejerciendo presión a la baja sobre la inflación a pesar de la agitación en la banca.