El Banco Central Europeo (BCE) subió la tasa de interés en 50 puntos básicos, por primera vez en 11 años, en un intento por contener una inflación que llega a niveles récord.
Preocupación. Christine Lagarde, presidenta del BCE, no logra contener la presión inflacionaria en Europa.
El Banco Central Europeo (BCE) subió la tasa de interés en 50 puntos básicos, por primera vez en 11 años, en un intento por contener una inflación que llega a niveles récord.
El cambio en la política monetaria en la zona euro, con algo de retraso, empieza a alinearse gradualmente a las subas que hace dos meses comenzó a implementar la Reserva Federal (FED) de Estados Unidos.
El incremento que decidió el BCE fue mayor al que se había adelantado en las últimas semanas, cuando varios miembros del Comité Ejecutivo indicaron que la suba iba a ser de 25 puntos básicos.
“La tasa de interés para sus operaciones de financiación se situará en el 0,50%, mientras que la tasa de depósito alcanzará el 0% y la de facilidad de préstamo, el 0,75%”, señaló la entidad.
El euro repuntó después de conocerse la medida, que entrará en vigor el 27 de julio. La inflación anual en la Unión Europea se disparó al 9,6% en junio. En los 19 países que utilizan el euro alcanzó el 8,6%.
El BCE también dio a conocer una nueva herramienta destinada a mantener controlados los costes de los préstamos en los países altamente endeudados de la zona euro, como Italia y Grecia, como parte de su esfuerzo por mantener la cohesión dentro de la región.
El euro subió ayer a los u$s 1,0261, acercándose a máximos desde principios de julio, después de haber caído por debajo del nivel de paridad con el billete verde hace una semana.
Según, Claudio Caprarulo, especialista de la consultora Analytica, “la falta de resultados que están teniendo los distintos gobiernos para controlar la inflación provoca la profundización de políticas monetarias contractivas llevadas a delante por los respectivos bancos centrales”, en medio de un clima de incertidumbre signado por la guerra en Ucrania.
En este sentido, expresó que “el eje de la discusión ahora se centra en si el costo de estas medidas será finalmente una nueva recesión”.
En cuanto al impacto para la Argentina, “en lo inmediato, el aumento en las tasas de interés en el resto del mundo presiona sobre el tipo de cambio: las monedas se están depreciando frente al dólar y eso le quita competitividad cambiaria a nuestro país en tanto no aumente en el ritmo de depreciación del peso”, sostuvo.
En el mediano plazo, continuó, “un mundo que crece menos impacta negativamente en nuestras exportaciones”.
En Wall Street, mientras tanto, las acciones en Nueva York subieron ayer por tercera jornada consecutiva debido a los mejores balances presentados por las empresas de tecnología. Mientras tanto, los inversores evalúan los pasos que dará la Reserva Federal (FED), la próxima semana, cuando decida una suba de sus tasas de interés de referencia.
El Dow Jones ganó 0,5%, el S&P 500 creció 1% y el Nasdaq subió 1,4%. En tres días, los indicadores subieron 2,4%, 3,5% y 5,3%, respectivamente.
Los inversores continuaron girando hacia las acciones tecnológicas, entre las que hubo algunos sólidos resultados corporativos.
Mientras tanto, el dólar cayó frente al euro, luego del alza de tasas de interés de 50 puntos básicos por parte del BCE, por primera vez en 11 años.
Un dólar debilitado podría impulsar las acciones de las empresas de tecnología , ya que varias empresas importantes obtienen una parte de sus ingresos fuera de los Estados Unidos.
Entre los datos económicos, el Departamento de Trabajo informó hoy que los pedidos iniciales de subsidio al desempleo continuaron su tendencia ascendente y tocaron su nivel más alto desde noviembre de 2021.
El rendimiento del Tesoro a 2 años, que tiende a moverse con las expectativas de la FED, se desplomó al 3,09% desde el 3,25%.
Los directores del banco central estadounidense tienen previsto reunirse el martes y el miércoles próximos para decidir un incremento de al menos 75 puntos básicos en la tasa de interés de referencia, aunque los grandes bancos se inclinan por un aumento de 100 puntos básicos.
Por otra parte, el precio del barril de petróleo registró una fuerte baja en Nueva York al perforar la marca de los u$s 100, como consecuencia del aumento de los casos de Covid-19 en China y de una disminución en la venta de combustibles en los Estados Unidos en medio de la temporada estival.
A esto se agregó el temor de los inversores ante la posibilidad de que la suba de tasas de interés de la FED sea de 100 puntos básicos, tras el ajuste practicado por el BCE.
El barril de la variedad WTI bajó 3,5% y se negoció en u$s 96,40, mientras que el contrato Brent cayó 2,7% y se pactó en u$s 104 en Londres.
Por Lucas Ameriso