La Cámara de Diputados debatía esta noche el proyecto de expropiación del 51 por ciento de las acciones de Repsol en YPF, durante la primera jornada de la sesión especial convocada por el oficialismo, que intentará mañana convertirla en ley.
La Cámara de Diputados debatía esta noche el proyecto de expropiación del 51 por ciento de las acciones de Repsol en YPF, durante la primera jornada de la sesión especial convocada por el oficialismo, que intentará mañana convertirla en ley.
La sesión transcurría con el apoyo al proyecto oficial por parte de la Unión Cívica Radical, el Frente Amplio Progresista (FAP), parte del Frente Peronista y de la Coalición Cívica, y el rechazo del bloque PRO.
El proyecto, que ya cuenta con media sanción del Senado, declara “de interés público nacional y como objetivo prioritario de la República Argentina el logro del autoabastecimiento de hidrocarburos, así como la exploración, explotación, industrialización, transporte, y comercialización de hidrocarburos”.
La presidenta de la comisión de Energía y Combustibles de la Cámara Baja, la kirchnerista Rosana Bertone, inició la sesión con una defensa del proyecto por la mayoría al asegurar que “la expropiación encuentra raíz en la Constitución” y que “el gobierno argentino no atentó ni atenta contra la seguridad jurídica”.
Aseveró que “cualquier Estado puede expropiar entidades extranjeras” y descartó que, por la expropiación a las acciones de Repsol, haya discriminación de la empresa española, dado que -según indicó- “se prevé una compensación justa”.
El denarvaizta Gustavo Ferrari fue el primero de los opositores en tomar la palabra para rechazar la iniciativa del oficialismo y de reconocer que la bancada del disidente Frente Peronista votaría dividido. Su jefe político, Francisco De Narváez sorprendió al hacer uso de la palabra y justificó su voto negativo al sostener que “la nefasta política de esta administración” llevó al país a “importar el combustible que nosotros mismos podemos producir”, y dijo que quiere “una YPF controlada, pero no en manos de los que la llevaron a esta situación”.
El bonaerense Alfredo Atanasof puso de manifiesto las diferencias en el bloque de peronismo disidente al expresar el respaldo de uno de los tres grupos en que se dividió la bancada al proyecto oficial (lo acompañan la castellista Ramona Puchetta y el sindicalista petrolero Alberto Roberti).
El macrista Pablo Tonelli, en tanto, adelantó el voto negativo del bloque PRO, insistió en que apoyar el proyecto K era votar algo “innecesario e ilegal”, porque -a su entender- “contrariamente a lo que se anuncia no hay soberanía alguna que esté en juego ni en peligro”, dado que “las reservas” según la Constitución “son de las provincias”.
Con un discurso casi por completo autorreferencial y en la que también fustigó al gobierno y a Repsol, la fundadora de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, explicó que se abstendrá aunque ésta no será la posición de todo el bloque, dado que el bonaerense Horacio Piemonte y el santafesino Carlos Comi votarán a favor.
También habló de su proyecto de crear una comisión investigadora del vaciamiento de YPF, pero admitió que esa es una iniciativa de “tres mujeres” (ella, Alicia Terada e Hilma Ré), que no contó con el respaldo del resto de los cívicos.
“Una de las mayores culpas criminales la tienen Repsol: el señor Brufau junto con De Vido deben ir presos”, bramó Carrió, quien y también tuvo un intercambio con el ultra-K Carlos Kunkel, quien le recriminó por sus ataques al matrimonio Kirchner al recordarle que estuvo en el Poder Judicial durante la dictadura.
El radical Ricardo Alfonsín siguió en la palabra a su correligionario Juan Tunessi quien rechazó que a la empresa la dirijan “los que fracasaron” como “De Vido, Espinosa y Cameron”, y planteó la postura favorable del bloque radical, aunque sobrevuela una postura contraria de un grupo de díscolos que encabeza el cordobés Oscar Aguad (quien podría ser seguido por el correntino Lucio Aspiazu y el cordobés Hipólito Faustinelli).
Alfonsín le apuntó al justicialismo al sostener que “la mayoría de sus miembros formaban parte del partido de gobierno en la década del '90” que privatizó YPF, “incluso el ex presidente Néstor Kirchner y la actual presidente Cristina Kirchner formaban parte de ese partido y acompañaban a ese Gobierno y con fervor indubitable acompañaron las políticas” del menemismo.
En tanto el FAP, a través de Claudio Lozano y Victoria Donda, respaldó en general el proyecto, no sin antes puntualizar el “desastre” de la gestión del gobierno respecto de YPF, y promoviendo cambios en el articulado de la ley.
Por Javier Felcaro
Por Elbio Evangeliste