"Este año no fue muy bueno, pero tampoco muy malo, tuvimos mucho peores”, evalúo Roberto Cristiá, presidente de la Asociación Industriales Metalúrgicos (AIM), sobre el ritmo de la actividad industrial durante el 2023.
"Este año no fue muy bueno, pero tampoco muy malo, tuvimos mucho peores”, evalúo Roberto Cristiá, presidente de la Asociación Industriales Metalúrgicos (AIM), sobre el ritmo de la actividad industrial durante el 2023.
Frente a un centenar de empresarios que participaron del brindis de fin de año de la entidad, el dirigente consideró que el 2023 no arrancó mal y que el uso de la capacidad instalada y el empleo _que siempre operan en paralelo_ venían bien, pero la sequía impactó en el sector. “Afectó a la producción agropecuaria, pero también al ingreso de divisas, aumentando la crisis cambiaria que veníamos arrastrando desde hace un tiempo”, dijo y planteó que este escenario se trasladó a la actividad manufacturera. “A esta situación la sufrieron fundamentalmente la industria de la maquinaria agrícola, remolques, carrocerías y todas las que consumimos insumos importados, también tuvimos problemas”, reseñó.
Cristiá hizo referencia al convulsionado año, en el que cual además la entidad cumplió su 80 aniversario y en el que se conmemoran los 40 años de democracia en Argentina. “Para festejar los santafesinos tuvimos cinco elecciones, desde junio a noviembre, una por mes, lo cual generó, sobre todo desde las Paso, un crecimiento de la incertidumbre”.
“Los industriales si bien no estamos acostumbrados a los latigazos, si viene alguno lo soportaremos”, dijo el dirigente y también “si viene buen momento para la industria, lo aprovecharemos y haremos lo de siempre que es trabajar, dar trabajo y defender a las empresas y a los trabajadores metalúrgicos”, resaltó.
El titular de AIM se mostró cauteloso respecto a la nueva gestión de Javier Milei. “Si como anunciaron, abren la importación, ya sabemos lo que pasa porque lo vivimos cada vez que ocurrió: el empleo industrial y la cantidad de pymes baja”, apuntó y pese a que no es el escenario deseado “estamos mucho más preparados porque ya tenemos mucha experiencia”, consideró Cristiá.
Con una cuota de optimismo, el dirigente de AIM dijo: “No creo que haya la cantidad de quiebras que hubo en los 90, cuando en la época del Tequila depositabas 10 cheques y se caían tres, era terrible”, dijo.
También hizo referencia a los trascendidos respecto del nivel de tasa de interés que se prevé habrá durante el próximo gobierno. “Cuando hay tasas de interés reales positivas la industria va para atrás, siempre ocurrió”, dijo.
Cristiá también recordó que durante el gobierno de Mauricio Macri hubo menos quiebras que en los 90, pero eso ocurrió porque el país estaba menos endeudado. “Durante el macrismo, cuando las empresas no quebraron, sino que cerraban directamente”, explicó. “Uno quiebra cuando tiene mucha deudas, no sabe cómo afrontarlas, se declara en concurso de acreedores y después termina quebrado como pasó en los 90”, recordó. En cambio, “acá directamente la gente terminaba de vender lo que le quedaba y cerraba”, reiteró y explicó que en el presente las empresas “tenemos muy poca deuda”.
Respecto a la actual situación consideró que “la denominada crisis económica no es real”. En ese sentido, dijo: “Tenemos una crisis cambiaria fundamentalmente y en el último tiempo una crisis del poder adquisitivo debido a la inflación”.
Este escenario es diferente. “La crisis económica recién aparece cuando el empleo se cae, la producción se cae”, dijo y planteó que “si en 2023 sacamos la parte relacionada con el campo, el resto del PBI creció”, razón por la cual podemos decir que “no tenemos una crisis económica y las empresas estamos bien”.
De cara al escenario en el corto plazo, puntualmente para 2024, no descartó nubes negras. “El peor escenario podría ser que tengamos hiperinflación. Temo que si hacen una devaluación del 80%, tal como planteó el futuro ministro del Interior Guillermo Francos quien habló de llevar el dólar a 650 pesos, haya una espiralización. Sería una locura”. A excepción de que “haya una devaluación con retenciones, como en su momento llevó adelante uno de los ministros liberales, quien devaluó pero no tanto, lo cual retarda muchísimo el traslado a precios”, planteó. A su juicio, quizás esa sea una manera de lograr subir el valor del dólar sin que se escape la inflación.
Aunque el fin de la sequía está trayendo alivio para muchos sectores y las previsiones de una buena cosecha traerá más divisas al país, Cristiá se mostró alarmado por la incertidumbre a nivel nacional y algo aliviado por la gestión que comenzará en la provincia comandada por Maximiliano Pullaro. “El futuro gobernador dijo que va a defender la producción de Santa Fe y dentro de la producción estamos todos nosotros”, indicó el dirigente y valoró que haya nombrado como secretario de Industria a un funcionario que viene del sector. “Tiene un apellido metalúrgico”, dijo.
Aunque es consciente de que la provincia no define las variables macroeconómicas, Cristiá dijo que la provincia puede aportar lo suyo para respaldar al sector, y recordó en ese sentido las políticas que llevó adelante Omar Perotti como la línea de crédito Santa Fe de Pie, a tasas del 22% anual que “fueron de gran ayuda”.
Aún así, planteó clave tener una buena situación macroeconómica. “Si vamos a tener consumo vamos a tener mercado”, planteó.