El gobierno apuesta fuerte para que la aceleración de precios de marzo no arruine el dato de inflación del Indec. Con ese objetivo, el ministro de Economía, Luis Caputo, abandonó la ortodoxia económica y desplegó una batería de acciones para intervenir en el mercado. Presionó sobre supermercadistas para modificar las promociones, reactivó algunas regulaciones, postergó subas de tarifas y anunció ventajas impositivas para importar alimentos.
En esa línea, la Administración Federal de Ingresos Públicos (Afip) suspendió por 120 días la percepción del impuesto a las ganancias y el Impuesto al Valor Agregado (IVA) para mercaderías importadas que incluyen a productos de la canasta básica como alimentos y medicamentos.
Según la Resolución General 5.490 publicada el lunes en el Boletín Oficial, la medida busca “disminuir la carga impositiva a la importación de una canasta de bienes de primera necesidad a efectos de que se genere una reducción de los precios de dichos productos”.
En paralelo, el gobierno convocó al Consejo Federal de Comercio Interior (Cofeci), que tiene por finalidad “el análisis e intercambio de información entre sus miembros, así como la promoción y cooperación para el desarrollo de políticas públicas relacionadas con la materia de comercio interior”.
Los precios de los alimentos de la canasta básica treparon un 6,9% en la primera quincena de marzo, según aportó el relevamiento de la consultora LCG.
Inflación de los súper
En la tercera semana parece haber llegado algún alivio. El Indice de Precios de Supermercados (IPS) que elabora el Centro de Estudios Scalabrini Ortiz (Ceso) mostró un incremento del 1,4% en relación con la semana anterior y de 7,9% respecto de cuatro semanas atrás. “Los datos de alta frecuencia retomaron el sendero descendente la última semana y se consolida una variación mensual por debajo de los dos dígitos”, señaló el centro de estudios.
Los precios de los artículos “prescindibles” y ligados al dólar (artículos del hogar, juguetes, electrodomésticos) tiran para abajo el promedio mientras que los aumentos en alimentos y bebidas promedian todavía por encima del 10% en la comparación mensual.
Los economistas del Ceso recordaron que el gobierno anunció que pospondrá aumentos en precios regulados que estaban previstos para marzo, con el fin de ver si puede alcanzar una inflación de un dígito durante este mes. “En contra de ese objetivo va a incidir la estacionalidad del mes de marzo vinculada a educación y prendas de vestir e indumentaria, aunque este último es de los sectores más golpeados por la recesión”, señalaron.
Cae el consumo de carne vacuna
Por lo pronto, la estanflación ya golpeó el consumo de bienes básicos. La caída en el consumo per cápita de carne vacuna se agudizó entre enero y febrero de 2024, ya que en ese período llegó a los 44 kilos y en el bimestre anterior había trepado a los 48,5 kilos, a pesar de los precios estables. Así lo señaló un informe del mercado ganadero Rosgan, de la Bolsa de Comercio de Rosario,en el que se indica que el consumo de carne vacuna comenzó a mostrar “señales de agotamiento”.
En términos per cápita, según datos oficiales, el consumo de carne vacuna durante 2023 alcanzó los 52,4 kilos anuales, un 7% que en 2022. Pero en el primer bimestre de este año cayó pese a “la estabilidad que se viene observando en los precios reales de la carne vacuna”. En un contexto de menor oferta aparente, el consumo se resiste a convalidar nuevos aumentos “aun debiendo limitar la ingesta de este tipo de carnes, algo que no se observaba de manera contundente en el consumidor argentino”.