El alquiler se convirtió en los últimos tiempos en el Aleph de la crisis. De algún modo, los inquilinos deben surfear todos los índices que se encuentran en caída libre: pérdida de poder adquisitivo, incertidumbre laboral, inflación en alza, especulación inmobiliaria, contratos irrisorios y créditos hipotecarios paralizados, entre una larga lista.
El cansancio por el abuso constante que deben afrontar los inquilinos encontró su límite con una alerta jamás realizada en la historia: por primera vez se tomó la decisión de "parar". La drástica amenaza se llevaría adelante en diciembre en caso de que la Cámara de Diputados de la Nación no sancione la ley nacional de alquileres, que ya cuenta con aprobación del Senado, y que podría perder estado parlamentario
El modus operandi del "paro" se basaría en que las personas no abonen el alquiler del mes de diciembre. Desde la ONG Concejalía Popular, Inquilinos Autoconvocados, el Frente de Organizaciones Sociales, organizaciones Gremiales y Sociales, señalan que el diputado de Cambiemos Daniel Lipovetzky, titular de la Comisión de Legislación General, "es el que frena su tratamiento para que se convierta en ley".
No todos los sectores están de acuerdo con la medida: desde la Cámara de Inmobiliarias de Rosario (Cadeiros), a través de su representante, José Ellena, fueron contundentes en su rechazo al posible paro: "Los contratos de locación son entre partes que se comprometen a cumplir determinadas cosas. No es una cuestión aleatoria. Esto del paro es para la tribuna, es algo sumamente demagógico e inservible".
Sin embargo, desde Cadeiros, manifestaron preocupación por un dato que es inobjetable: se multiplicó por cinco la mora en el pago del alquiler. Según contaron a La Capital, el relevamiento que hicieron arroja que en el último año "se pasó de una mora clásica de 1, 9 por ciento a más de 5 por ciento", habida cuenta que ya el 2018 comenzó con un retraso en el pago que supera los 3 puntos, es decir, que se "quintuplicó".
Otro caso que tiene en vilo a Cadeiros es la "enorme" dificultar que tienen los titulares de los comercios para alquilarlos. "Entendemos su situación, porque algunos espacios están hasta 8 meses vacíos y mientras tanto deben afrontar todos los impuestos que continúan llegando", relató Ellena.
Acorralados
La mora en el pago de los alquileres se da en un contexto de "especulación inmobiliaria", explican desde Concejalía Popular, porque los nuevos contratos como las renovaciones que se vienen desarrollando desde principio de año rondan entre el 30 por ciento y 40 por ciento. Esto significa que el alquiler aumentó más de lo que pudieron cerrar las mejores paritarias, como los aceiteros que acordaron un 27 por ciento, aunque desde los privados retrucan con que "es menor a la inflación estimada para el 2018" que superaría el 42 por ciento.
Sumado al contexto recesivo que se está viviendo en el país, los créditos hipotecarios en UVA, que supieron ser la vedette del gobierno nacional en el mercado inmobiliario, se paralizaron totalmente. De acuerdo con Reporte Inmobiliario, el ingreso requerido para acceder a un préstamo subió cerca de un 250 por ciento en los últimos 12 meses. Mientras que un año atrás, un departamento de dos ambientes tipo en Rosario costaba aproximadamente 1,7 millones de pesos (u$s105.000), ahora paso a valer cerca de 4,5 millones.
"Claramente necesitamos una economía más estable, donde se pueda desarrollar con más potencial. En los últimos meses con la tormenta cambiaria que tuvimos claramente se ve afectado el acceso al crédito. El desafío es poder producir oferta nueva, algo que aún no ocurrió. Todavía no logramos generar que los desarrolladores inviertan más profundamente en este tipo de emprendimientos. Además, buscamos descalzar el tema de la venta en dólares con el crédito en pesos, lo cual justifica la caída en estos meses del crédito hipotecario", expresó a este medio el secretario de Vivienda de la Nación, Ivan Kerr.
"Todos los que adquirieron un crédito compraron usado, el que tenía un departamento usado vendió en dólares y con la devaluación alejó mucho la posibilidad de completar la operación con lo obtenido con el préstamo en pesos. Por eso, el desafío es detectar cómo generar oferta de vivienda nueva que se construya financiada en pesos y en UVA para que la oferta pueda calzar con la demanda", sumó el funcionario.
Frente a este escenario, con récord de mora en el pago de los alquileres, con más de 3.500 locales comerciales vacíos en Rosario , con un 50 por ciento del salario que se destina a los alquileres, una inflación en alza constante, pérdida de poder adquisitivo y congelamiento de créditos hipotecarios, desde el Colegio de Corredores Inmobiliarios de Rosario (Cocir) propusieron que los contratos de alquiler en la ciudad se ajusten por el Coeficiente de Variación Salarial (CVS) y no por la estimación de la inflación.
"Nos parece una idea interesante y para llevar a cabo en tiempos donde los inquilinos no están pudieron abonar el alquiler", dijo a Nire Roldán de Concejalía Popular.
"No podemos usar índices de fantasía, tenemos que ver la realidad, donde el inquilino pueda pagar el alquiler y el propietario mantener el inmueble. Si se toma el índice sobre la evolución de los salarios para los alquileres nos quita un problema al mercado, porque los alquileres están atados a los salarios", argumentó el presidente del Cocir, Julio Farah.
La medida está contemplada en el proyecto de la ley nacional de alquileres, que se encuentra en el Congreso de la Nación para su debate, el cual estipula la actualización de los contratos una vez al año a través de un índice que promedia la inflación y los salarios.
"Hay que cambiar el esquema vigente ante el aumento de la morosidad que se ha duplicado en los últimos meses con intereses que luego se cobran a niveles exorbitantes", apuntó Roldán y agregó: "En lo que va del año empezaron a registrarse "muchos casos de rescisión contractual, mudanza del centro a la periferia y achicamiento de las dimensiones de las propiedades que se alquilan por el impacto de la crisis económica".