Los hechos ocurridos durante la última semana y los que indefectiblemente ocurrirán en los próximos días pondrán una vez más al descubierto algo que vengo repitiendo desde hace años: "El sistema representativo proporcional es el cáncer linfático que está matando a la República. En entrevistas televisivas, un referente del partido de gobierno, aclaró cómo será el tratamiento del tema retenciones dentro de la Cámara de Diputados. El señor diputado Díaz Bancalari, adelantó a una emisora, el camino "democrático" que tendrá el tema, será primero discutido en el bloque, en el que se aprobará una moción por mayoría y ésta será elevada a la comisión parlamentaria, luego esa moción será enviada al recinto, en el cual será aprobada por mayoría, y aclaro, que al haber salido como moción desde el bloque, los diputados pertenecientes al mismo, deberán votar por ella. Esto demuestra claramente que los diputados son representantes del partido o mejor dicho de la cúpula del mismo, y no de los votantes, como se estila en las democracias verdaderas. En síntesis, el presidente del partido mayoritario o de gobierno, es el que tiene el poder de decidir y el resto es publicidad. El sistema uninominal o por circuito es el único que asegura la representatividad del votante, que es lo opuesto al representativo proporcional.
























