El pasado 30 de mayo, este diario publicó que una ONG y su promotora dedicada a ayudar a indigentes que duermen en la calle en época estival no consiguieron un lugar donde poder continuar con esa obra de bien, a pesar de ofrecer pagar el alquiler y dos garantías propietarias. El 31, me entero que un indigente murió en la calle como consecuencia del terrible frío por la ola polar reinante. Mi pregunta es, ¿quién de todos los que negaron su bien inmueble en alquiler para un fin noble y humanitario se hace cargo de esa muerte? ¿Qué funcionario público que cajoneó la ordenanza que establecía que la Municipalidad debe crear un lugar para estos menesteres se hace cargo de esa muerte? Yo no fui, pero no sé por qué me siento responsable de esa muerte, no tengo ni una baldosa para alquilar ni trabajo en la Municipalidad, pero me siento responsable porque voté a la administración municipal actual, porque soy vecino de la zona cercana a la terminal de ómnibus, donde esta afanosa mujer quiere llevar adelante tan noble fin.