Goliat era más grande que todos los demás, nadie se animaba a pelear contra él. David le hizo frente con tan sólo un pedazo de tela y una cuerda, a modo de “gomera”. El vencedor no los sorprenderá porque ya es una historia conocida pero, para algún desprevenido, el pequeño venció al gigante. Para trazar un paralelismo, el Ale Bucci Racing venció gigantes. No es ni cerca el equipo con más poderío económico del Turismo Nacional. Pero dispone de algo que supera a cualquier fajo de dinero: talento y pasión por la causa. Silbando bajo, desde Villa Gobernador Gálvez, entre mates, café y capó levantado, Alejandro Bucci recibió a Ovación para hablar sobre el gran momento que está pasando su propio equipo. Campeón del TN Clase 2 en 2017, 2018, 2020 y 2021, hoy pugna palmo a palmo por levantar el quinto trofeo para seguir poblando la vitrina.
La primera corona fue del propio Alejandro Bucci, en el regreso del TN a Rosario. Mejor imposible (las otras, 2 veces Nicolás Posco y Emanuel Abdala). Y tras esa conquista colgó el casco, al menos en esta categoría nacional.
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Aquellos comienzos. La imagen del Fitito de Turismo Grupo 2 con el que empezó a competir. En 2017 fue campeón del TN.
Silvina Salinas
“Esto es una pasión para mí y todos los chicos con los que trabajo. Es tocar el cielo con las manos”, contestó sobre su máximo anhelo en el mundo de los fierros. Lejos de aventurarse a soñar en grande, disfruta el momento y agradece lo que pasa. Ayer como piloto, hoy en el detrás de escena. Cambió de rol, pero no de amor.
De chico ya me di cuenta. Mi papá me inició en karting infantil. Arranqué a los 8 años y competí hasta los 13, siempre de la mano de mis viejos, que me llevaban a todas las carreras. A los 18 años vuelvo al automovilismo y me metí en el Turismo Grupo 2, con un Fiat 600. Mis viejos en ese momento tenían un supermercado, así que lo hacíamos después de hora. En el 2002 se transformó en algo más profesional porque ya entendía más sobre los autos. Tuve un Fiat Uno con el chasis hecho por mí. Creo que fue ahí cuando también me picó el bichito de ser dueño de equipo. En el 2004 entré al Turismo Nacional, teniendo muy buenos resultados y peleando campeonatos. Por un tema económico tuve que dejar la categoría y volver al zonal, el (ahora) Turismo Santafesino. Competí como piloto pero también involucrado desde lo mecánico, aprendiendo lo que era un auto de carrera.
Ganaron cuatro campeonatos en el Turismo Nacional Clase 2, algo para nada fácil y más teniendo en cuenta el poderío económico de otros equipos, ¿sos consciente de que, deportivamente, hoy son el equipo más fuerte de la categoría?
Cuesta asimilarlo. Por eso después de cada carrera me gusta mirarlas tranquilo para entender lo que se vive afuera y que nosotros desde adentro no percibimos. Eso es lo que nos hace caer un poco de todo el trabajo que estamos haciendo. Tengo una anécdota de hace poco, que me fui a despejar la cabeza y a comer un asado en la isla. Un amigo, que no pudo ir a la última carrera, me mandó un mensaje y me dijo que vio la carrera y que era increíble lo fuerte que se ve el equipo desde afuera. Uno no toma la dimensión de todo lo logrado porque la vorágine del trabajo no te lo permite. Por eso es bueno correrse a un costado y ver que lo que conseguimos no es normal dentro del automovilismo.
Eso habla a las claras de que hay una buena conexión como equipo. ¿Cuántas personas trabajan en el Ale Bucci Racing y cómo es la diaria?
Acá en el taller somos 5, pero los fines de semana de carrera somos 20. Estoy muy agradecido a todos. A mí me gusta el fútbol y hay una frase de Gallardo que me representa y que habla de que “más que llegar, lo más difícil es mantenerse en el alto nivel”. Y es cierto, el éxito a veces hace que uno se relaje o que no le dé importancia a ciertas cosas. Por eso siempre hablo con el equipo de trabajo de que no hay que relajarse. Hoy estamos manteniéndonos en un nivel alto y por eso estoy agradecido con todos los que lo hacen posible.
Cuando eras sólo piloto no tenías la misma presión de ahora que te tenés que encargar de estar en cada detalle para que los autos salgan a la pista sin ninguna falla. ¿Cómo lo manejás?
Cuando uno corre es distinto porque tenés 20 días para descansar en tu casa. El día a día del taller es desgastante porque nosotros tenemos 7 autos y a veces volvemos de las carreras con autos destruidos. De la segunda fecha, en Paraná, volvimos con un auto que no sirvió más y otros dos muy golpeados. En San Luis pasó algo parecido. Hay que estar en todos los detalles, en que lleguen los repuestos a tiempo. A veces los chicos que trabajan conmigo me van diciendo lo que hace falta pero de todo eso me encargo yo. Es desgastante, pero lo hago con gusto y no me pesa tanto. El día que ya no lo haga más con gusto, no lo podré seguir haciendo de la misma manera (risas).
Estabas muy emocionado por el primer triunfo de Alejandro Torrisi, otro piloto de Villa Gobernado Gálvez, en Termas de Río Hondo, más que especial porque ganaron con un Nissan que había quedado muy dañado de la fecha anterior en La Pedrera (San Luis) y que recuperaron en poco tiempo.
El sábado ya había tenido un accidente Juan Martin Eluchans. El domingo nos encontramos con el auto de Ale Torrisi muy golpeado porque le pegó a la pared. Volviendo de San Luis ya empezamos a organizar cómo íbamos a hacer, porque teníamos 14 días hábiles de trabajo hasta el viaje a Termas de Río Hondo. Nos repararon parte de la estructura y nos lo entregaron un miércoles a la mañana porque se retrasaron. Nosotros lo tuvimos que pintar, armar completo y enseguida viajar. Llegamos allá con muy pocas horas de descanso, tuvimos que terminar el auto de Alejandro (Torrisi) pero también los de los demás pilotos. Por suerte pudieron salir bien a pista, dominamos los entrenamientos, la clasificación del viernes y sábado, y ganamos la final del domingo. Fue una final increíble porque estuvimos cerca de hacer el 1-2-3 (con Torrisi-Cravero y Bestani). Hasta acá van 7 carreras, con cuatro equipos ganadores distintos y nosotros, solo con nuestro equipo, ganamos las otras 3. Ahí te ponés a pensar todo lo que estamos logrando. Trabajamos para eso.
¿Qué hablaste con los pilotos antes de esa final?
Por el tema de la carga de kilos, no le convenía ganar de vuelta a Matías Cravero porque íbamos a estar sobrecargados hasta fin de año. Como él está disputando el campeonato eso no nos servía. Ahí fuimos a hablar con Alejandro Torrisi y le dijimos que si asegurábamos la segunda posición, el manejara tranquilo para que se pudieran escapar arriba. Nos pusimos de acuerdo en la teoría pero después había que llevarlo a la práctica. Cuando largaron, Cravero queda segundo (largó 3º) y pudieron sacar una diferencia hasta la bandera a cuadros.
Se viene fecha en San Nicolás, un trazado en el que ya ganaron con Nicolás Posco en 2019 y sabiendo que si consiguen un buen resultado pueden subirse a la punta del campeonato.
Somos optimistas de que podamos funcionar muy bien ese fin de semana (del 21 de agosto) y aparte con Matías Cravero estamos solamente a cuatro puntos del líder. Torrisi está 4º pero con una diferencia que puede descontar porque es una categoría que da muchos puntos.
¿Hablás con ellos todos los días?
Sí, armé un grupo de WhatsApp con los pilotos. Prácticamente nos mensajeamos todos los días para estar conectados. No soy de molestar demasiado pero cuando tengo que marcar algo particular lo hago de forma intensa (risas).
Ahora te pregunto por vos, que decidiste alejarte un tiempo de las pistas para dedicarte de lleno a dirigir el equipo, pero hace poco volviste a competir en el Turismo Pista en San Nicolás. ¿Extrañabas estar adentro?
Fueron casi 5 años sin correr. La verdad que me sentí muy a gusto, lo disfruté y después de que pase la carrera del TN seguramente me vuelva a subir al auto en el Turismo Pista.
¿O sea que te picó el bichito de seguir?
(Risas) Cada vez que hay algún auto listo me dicen que lo pruebe y yo no me quería subir porque sabía que me iba a pasar esto de encariñarme. Soy de la idea de que los gustos hay que dárselos, me dieron ganas de correr y más en un equipo de amigos como el de Fabio Fiornovelli.
Si te pregunto qué sería “tocar el cielo con las manos” para el Ale Bucci Racing, ¿qué me responderías?
Te podría decir que ahora estamos tocando el cielo con las manos. Trabajo de lo que me gusta, lo disfruto. Me tocó faltar a una carrera el año pasado porque estaba con Covid y casi me infarto al verlo desde casa. Ahí me dí cuenta que me encanta lo que hago, que es una pasión para mí y todos los chicos con los que trabajo. Esto, para mí, es tocar el cielo con las manos.
Un equipo de fierro
Javier Díaz, Lautaro Montenegro, Pablo Biagini, Leandro Lederhos y Alejandro Loisnaz acompañan en el día a día a Alejandro Bucci. En carrera se agregan otros quince.
A San Nicolás con paso ganador
La próxima fecha será el fin de semana del 19 a 21 de agosto en el autódromo Ciudad de San Nicolás y las posiciones son las siguientes, marcando en negrita las del Bucci Racing: 1) Christian Abdala (172 puntos), 2) Matías Cravero (168, ya ganó), Matías Signorelli (144); 4) Alejandro Torrisi (140, ya ganó); ... 14) Maximiliano Bestani (76); 15) Juan Martín Eluchans (75, ya ganó); 16) Lucas Yerobi (74, lo reemplazará Christian Bodrato Mionetto) y 36) Gabriel Scordia 15; 38) Luciano Bucci 11.
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El 1-2. Torrisi adelante, Cravero atrás. Dominio total en Termas.
APAT